A pesar de los avances hechos por compañías como Tesla Motors y el próximo advenimiento de los vehículos eléctricos, la realidad es que los combustibles convencionales todavía estarán en nuestras vidas durante un muy bien tiempo y es por eso que un grupo de científicos se dio a la tarea de tratar de que su producción sea más verde. Este grupo está formado por investigadores de diversas universidades e institutos, como Berkeley, la Nanyang Technological University, Virginia Tech, etc., que unieron sus esfuerzos para desarrollar un proceso que convierte el bióxido de carbono en monóxido de carbono y, posteriormente, en combustible.
El grupo logró utilizar energía solar para obtener selección casi perfecta, esto quiere decir que casi cada vez que se realiza el proceso, obtienen justo el material que desean. El truco consiste en utilizar un fotocatalizador de material esponjoso níquel-orgánico que incluye una gran cantidad de defectos, lo que a su vez permite que produzca cantidades adecuadas de monóxido de carbono sin crear moléculas sorpresivas.
Obviamente, todavía falta realizar una gran cantidad de investigación y refinamiento para que este método esté listo para utilizar en escenarios mundanos, especialmente en lo que se refiere a la producción a gran escala, sin embargo, sirve para demostrar que la generación de combustibles sintéticos, como ácido acético y etanol, pude ser realizada con un impacto mínimo en el medio ambiente. Y es que, básicamente, en lugar de tener que depender de combustibles fósiles y en granjas de combustible, se podría obtener combustible con bióxido de carbono y luz solar.
Un detalle importante es que esto no quiere decir que el proceso sería 100% ecológico, sin embargo, sería suficientemente limpio como para que las compañías que aún utilizan combustibles convencionales lo hagan si ayudar a producir emisiones de CO2 adicionales.
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