Las familias de las víctimas del ataque terrorista de San Bernardino aseguran que las redes sociales han permitido y fomentado el aumento del extremismo violento y que las compañías involucradas no han hecho absolutamente nada para detener esto. Según un reporte de Reuters, las familias de varias de las víctimas interpusieron una demanda contra Facebook, Google y Twitter, acusándolos de proveer apoyo material a los grupos terroristas por omisión, al no asegurarse de detectar y actuar a tiempo para frenar este tipo de actividades.
El problema es que no queda claro, al menos legalmente hablando, qué tanta responsabilidad tienen estas compañías sobre este tipo de asuntos, según la sección 230 del Federal Communications Decency Act, los publishers están muy bien protegidos, ya que prácticamente esta ley asegura que no son responsables por las acciones de sus usuarios.
Cabe señalar que las familias de las personas asesinadas en el ataque al club Pulse, también presentaron una demanda ante una Corte Federal en Detroit y los familiares de 5 víctimas de un ataque terrorista en Tel Aviv hicieron lo propio, sin embargo, los casos siguen abiertos y ningún juez se ha pronunciado a favor de las víctimas.
Quizás ahora, cuando Facebook está siendo utilizado como plataforma de distribución de asesinatos y suicidios en vivo, el impacto social sea tan grande que logre colarse hacia el criterio legal. Hasta el momento hemos visto cómo una chica se trató de suicidar, pero fue detenida por la policía justo a tiempo; cómo un hombre asesinaba a un anciano, para llevar acabo un tipo extraño de venganza moral contra su novia; y cómo un hombre ató una cuerda alrededor del cuello de su bebé y lo lanzó por el costado de un edificio, antes de lanzarse él mismo al vacío.
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