En diciembre del año pasado, Dov Katz, jefe de Computer Vision en Oculus VR, fue detenido en un hotel a las afueras de Seattle, después de supuestamente haber solicitado servicios sexuales a un oficial de policía encubierto que, aparentemente, engañó a Katz haciéndose pasar por una menor de edad de 15 años. En el intercambio, Katz aceptó pagar $300 USD a la “chica” a cambio de sexo.
Después de lo ocurrido, Oculus finalmente retiró a Katz de su puesto (lo reacomodó, diría United Airlines) y este fue ocupado por Amir Frenkel, quien se unió a Facebook en noviembre de 2016, para ocupar el puesto de director de ingeniería, antes de ser promovido al puesto de jefe de Computer Vision, en abril de este año. Antes de formar parte de Facebook, Frenkel trabajó en diversos proyectos relacionados con Google Glass y con los productos para realidad aumentada de Project Aurora.
Estos cambios llegan en un momento extraño para Oculos, quien no solamente se quedó sin CEO en diciembre, sino que también perdió a 2 de sus fundadores en un periodo menor a 4 meses. Primero, Brendan Iribe, fundador y CEO de Oculus abandonó su puesto repentinamente en diciembre de 2016 y, luego, Palmer Luckey, otro de los fundadores de Oculus VR también abandonó la compañía, después de haberse visto envuelto en un escándalo Pro-Trump en 2016, causando un pequeño boicot de desarrolladores. Actualmente Oculus sigue sin CEO y sus operaciones son manejadas por Hugo Barra, quien ocupa el puesto de vicepresidente de VR, en Facebook, compañía matriz de Oculus VR.
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