Un grupo de investigadores de la Universidad de Carolina del norte, produjeron un nuevo material, oxihidrato de tungsteno cristalino, que utiliza capas de agua de un átomo de grosor para mejorar la velocidad de transferencia de cargas eléctricas. Al aplicar esta tecnología a un pseudocapacitor (que almacena energía al transferir cargas entre los electrodos y los electrolitos) los investigadores obtuvieron una batería teóricamente superior.
Estas baterías ofrecen alta densidad de energía y alto nivel de transferencia de iones, esto quiere decir que no solamente tienen una excelente capacidad, sino que pueden ayudar a mejorar la implementación en sistemas que requieran de flujos rápidos de energía. Otra ventaja de estas capas de agua es que ayudan a almacenar la energía de manera más eficiente, reduciendo el desperdicio por calor.
Los investigadores mencionaron que este tipo de baterías podrían ofrecer mayora aceleración en un vehículo eléctrico, al proveer energía más rápido a los motores. Además, utilizándolas en bancos energéticos, podrían ayudar a mejorar la capacidad de almacenaje así como aumentos repentinos en la demanda energética.
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