Acabas de contratar el plan 2016-1000 que te beneficia con una velocidad de descarga de hasta 500 megas por segundo. Llegas a casa, conectas tu nuevo módem, pones la contraseña de tu nueva red (a la que acabas de cambiar el nombre y la contraseña por seguridad) y te dispones a bajar torrents, ver Netflix en tu segundo monitor y jugar League of Legends en tu monitor principal al mismo tiempo. De pronto te das cuenta que ni siquiera puedes loguearte y que BitTorrent está descargando a 52kbps. ¿Netflix? Atorado en 44%. ¿Será que te estafó tu compañía de internet?
Aunque, siendo realistas no es recomendable intentar lo descrito anteriormente, puede que el problema no sea con tu proveedor sino con la configuración de tu red Wi-Fi. Desde el lugar en tu casa en el que está la conexión de teléfono, hasta las paredes, objetos que emiten interferencia, hasta el canal en el que tu conexión se lleva a cabo. Si estás teniendo problemas, puede que lo que necesites es una mano para optimizar tu red. Por suerte para ti, te tenemos esta guía definitiva para mejorar la conexión Wi-Fi en tu hogar.
1. Mejora tu hardware
Puede que el único problema con tu red sea tu módem. Ya sabemos que los ruteadores y modems que te prestan en las compañías de internet no son los mejores que hay en el mercado. Puede que el que te dieron no tiene la potencia suficiente para alcanzar todas las habitaciones de tu hogar o, simplemente, que no tenga acceso a la configuración para que puedas elegir tu propio canal de Wi-Fi. En este caso lo mejor es conseguir tu propio módem.
Hay dos opciones excelentes que cubrimos recientemente en Qore. Y créeme que con estos dispositivos puede que ni siquiera necesites el resto de la guía (aunque no está de más, incluso si ya los tienes, seguir el resto de los pasos para conseguir la mejor conexión posible). Ninguno de los dos es barato, pero ambos valen la pena si puedes pagarlos.
Netgear Orbi
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La primera opción es Orbi de Netgear. Esta es la elección de lujo, con un diseño ovalado cilíndrico, tanto para el ruteador como para el satélite. A diferencia de otros routeadores modulares sólo tiene un satélite (en lugar de los dos habituales), pero alcanza una longitud de cobertura de hasta 4000 pies sin zonas muertas. No sé si en realidad tal cosa es posible, pero suena increíble para tener en una granja. Soporta velocidades de hasta 3 Gbps y tiene 3 canales: uno para el satélite de 5 GHz, y dos más abiertos, uno de 2.4 y otro de 5 GHz. También cuenta con 4 puertos Gigabit Ethernet y conector USB 2.0. Pero con grandes ventajas vienen grandes precios, y el Orbi no será tuyo por menos de $400 USD.
eero Home WiFi
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La alternativa se llama eero, un sistema de repetidores que acaban con el problema de las zonas muertas. Los creadores de este dispositivo dicen que la mejor solución es crear una red Wi-Fi, de ese modo ni siquiera las paredes de concreto serán un obstáculo para que la conexión llegue a cada rincón. Lo especial de eero es que está diseñado para que la señal no se debilite, pues cada repetidor tiene una potencia promedio de 86 Mbps y, por otra parte, la ventaja es que puedes configurar el sistema desde una app para smartphones, sencillo y rápido (ni siquiera necesitas conocimientos técnicos avanzados).
2. Resetea tu módem
Bien, ya compraste un Orbi o un eero, cambiaste el nombre de la red, etc. Y todo está muy bien, tu velocidad es excelente. Pero de pronto, a veces, tu conexión se congela y no puedes cargar nada. No se abre ni el Face, ni OneDrive, ni Spotify. Sabes que es algo que pasa de vez en cuando y que si esperas un rato se solucionará solo pero la verdad es que quieres tomar el control de las cosas y solucionarlo tú, en este momento.
Como te preguntaría tu técnico de confianza de tu call center local, ¿ya reseteaste el módem? Te lo pregunto porque yo fui técnico de call center y sé muy bien que la mayoría de las veces es lo único que hace falta para que tu conexión vuelva a andar. En términos sencillos, la conexión IP entre tu dispositivo y el ruteador, o entre el ruteador y el internet, se cuelga como en una llamada telefónica. Te quedas flotando en el limbo que sentías cuando en otra época llamabas por teléfono y marcaba ocupado. ¿Recuerdas esa sensación? Eso es lo que está sucediendo entre tu laptop e internet.
Resetear el ruteador es muy sencillo. Busca el botón y déjalo apretado entre cinco a quince segundos, hasta que todas las luces parpadeen y se apaguen. A veces el botón se encuentra escondido y tienes que apretarlo con algo alargado y pequeño como un picadientes, pero es una operación sencilla. Si tu ruteador no tiene botón, o eso no funciona, desconéctalo y espera treinta segundos. Algunos modelos traen batería y también tienes que quitársela para que se apague por completo.
Una vez que hagas esto todos los sistemas del ruteador se reiniciarián, desde el procesador a los radios inalámbricos.
3. El lugar correcto
Si sigues teniendo problemas con tu conexión es posible que tu ruteador no esté en la mejor posición posible. Necesitas tenerlo libre de obstrucciones, de preferencia en el centro de la sala. Bueno, quizá no en el medio de la sala, pero sí en una posición céntrica dentro de tu casa.
Si tu casa es de dos pisos tienes que considerar el número de paredes (contando el piso) que tiene que atravesar la señal. Como regla general, cada pared acorta la distancia que puede recorrer la señal de Wi-Fi a la mitad. Eso significa que en unas cuatro o cinco paredes ya no tendrás señal con un ruteador común y corriente, a menos que tengas un Orbi o un eero. Si no tienes tanto dinero puedes comprar repetidores de señal para extender el Wi-Fi al piso en el que no tienes el ruteador, o incluso usar un ruteador viejo para hacer esa función.
También ten cuidado de que no haya objetos que emitan señales de radio entre el ruteador y lo que estés conectando a internet, porque al usar también señales de 2.4 GHz causan interferencia con el Wi-Fi y tu conexión se hará más lenta. No olvides apuntar las antenas verticalmente o un poco perpendicular, pero nunca de manera horizontal.
4. Transmitiendo por tu canal favorito
La señal Wi-Fi de tu ruteador se transmite en 2.4 GHz o 5 GHz. Pero dentro de esta señal hay canales. Ya que la mayoría de los modems usan la misma señal, existe una tendencia a que varios de ellos estén transmitiendo por el mismo canal y por lo tanto interfieran entre sí.
Para saber si estás en el canal óptimo o en el carril lento, puedes usar Wifi Analyzer para Android (no hay equivalentes para iPhone que yo sepa, pero si conoces uno ponlo en los comentarios) o Wi-FiInfoView para Windows. En Mac puedes revisarlo haciendo un Diagnóstico de Redes. Todas estas aplicaciones te dicen cuántos canales puedes usar y cuáles están siendo usados por otros dispositivos.
Una vez que detectas el mejor canal, hay que cambiarse a él. Para eso es necesario escribir la dirección IP de tu ruteador en tu buscador de internet. Normalmente los ruteadores traen su dirección IP escrita en la parte de atrás, donde también suelen traer la contraseña. Pero si no la encuentras, puedes buscarla en tu configuración de red, tanto en Windows como en Mac. Una vez que entres a tu IP en el buscador te solicitará usuario y contraseña. Si es el ruteador de tu compañía de internet, quizá necesites llamarles para preguntar cuál es. Una vez que entres puedes cambiar el canal de transmisión al que tú quieras, entre otras opciones según el modelo de tu ruteador.
5. ¿Tienes el software correcto?
Si sigues decidido a no comprar un Orbi o un eero y mantienes tu ruteador genérico de tu compañía de internet, puede que necesites actualizar el firmware. Dependiendo del fabricante de tu módem será lo fácil o complicado que sea actualizar el software. Para algunos, basta entrar a la dirección IP del ruteador para que aparezca la opción. Para otros hay un disco compacto involucrado. Y para otros tienes que conseguir el número de modelo, buscarlo en internet, descargar un comprimido, etc. Sea como sea, si necesitas bajar el software asegúrate de que sea sólo de la página oficial del fabricante de tu ruteador.
Es buena idea hacer esto de manera regular, incluso si no tienes ningún problema con tu conexión. Una mejora en el firmware puede traer incrementos de velocidad, mejores canales, mejores opciones de seguridad, entre muchas otras cosas.
6. Controla tu ancho de banda
Puede que tus problemas de internet se deban a que tu hermano o tu roomie está bajando la discografía completa de John Zorn y no puedes ver Netflix o hacer esa importantísima llamada por Skype que tenías programada para las 7:30. “Si tan sólo pudiera hacer que mi ruteador entendiera qué es más importante”, te dices. Y resulta que sí puede hacer. Al menos la mayoría de los actuales lo pueden hacer.
Si en las opciones de tu ruteador encuentras Calidad de Servicio o Quality of Service (QoS), ya la hiciste. Puedes elegir dar prioridad a diferentes tipos de contenido digital, aplicaciones o servicios. Así tu ancho de banda se distribuye primero a las aplicaciones más relevantes (Skype, Steam, Netflix, como sea que lo configures). De esta manera puedes asegurarte de que si todos están bajando como desquiciados pero tú necesitas hacer una llamada de trabajo no tienes que ir a pedirles que se desconecten un momento. Simplemente su velocidad de descarga bajará dramáticamente sin que puedan entender por qué. Punto para ti.
7. Mejores antenas, mejores señales
Si tu ruteador no es un Orbi ni un eero quizá necesite un cambio de antena. Entre mayor sea tu antena más potente será la señal. Prácticamente puedes hacer una antena con una lata de refresco y un cable. Tengo un amigo que una vez usó una antena parabólica para transmitir su Wi-Fi al otro lado de la ciudad, antes de que fuera común y barato tener internet en el teléfono. Pero nada de eso es necesario, pues simplemente puedes comprar una mejor antena y optimizar tu señal de internet. No son tan caras tampoco.
8. Hackea tu módem
Hay muchas razones para modificar tu ruteador, desde optimizar la seguridad a hacerle pequeños cambios al software para amplificar la señal de Wi-Fi. Todo eso lo puedes hacer programando, pero si no tienes tiempo o no sabes cómo hacerlo pero de cualquier modo quieres hacerlo, DD-WRT es el programa que necesitas.
En realidad no es algo tan simple, porque puede ser difícil de desinstalar de algunos ruteadores, pero si tienes la paciencia y te gusta tener todo bajo control, este programa gratuito tiene todas las opciones que quisieras tener de fábrica. Te permite explotar tu ruteador con todas las opciones que tiene desde que fue creado pero cuyo software mantiene bloqueadas o sin optimizar. Pero también puede freír tu ruteador si decides amplificar la señal, así que ten cuidado.
Como regla general, un ruteador normal puede soportar incrementos de 70 mW sin causar daños, lo que amplificará bastante tu señal (puede ser una buena alternativa si no quieres comprar un repetidor para un solo cuarto). Más allá de 70 mW no es recomendable. Tampoco esperes que tu módem Linksys se convierta en un Orbi, porque no va a pasar.
9. Programa un reseteo continuo de tu módem
Si ya tienes DD-WRT en tu ruteador puedes programarlo para que se resetee a las 5 de la mañana todos los días, para evitar que se cuelgue el IP después de un uso prolongado. Esto puede ser muy útil si tu ruteador suele tener problemas de este tipo. No te va a dar ningún otro beneficio, pero si el procesador de tu módem se satura con frecuencia sí puedes sentir un gran cambio si lo haces de manera automatizada y todos los días.
10. ¿Lo más obvio? Tu compañía de internet
Ahora, puede que todo lo que dije sea irrelevante si tienes una conexión por teléfono de 52 Kbps. Entre mejor sea tu velocidad de internet, mejor serán todos los resultados. Así que si tienes una conexión de 5 megas y esperas que el Orbi la convierta en una de 3 gigas, no va a pasar. Así que no olvides actualizar tu velocidad si estás viviendo demasiado en los noventa y quizá eso sea suficiente para mejorar tu experiencia.
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