Hay muchas ventajas de vivir en la ciudad: diversidad de comida, entretenimiento, desarrollo profesional y acceso a más productos y servicios. Sin embargo, vivir en lugares con más áreas verdes tiene un gran atributo. Según la Universidad de Harvard, estar rodeado de áreas verdes reduce 13% la posibilidad de morir de cáncer.
En el estudio financiado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, se analizó la calidad de vida de 108,630 mujeres en el Estudio de Salud de Enfermeras. Desde el año 2000 hasta el 2008, los investigadores examinaron las áreas verdes alrededor de las casas de los voluntarios usando imágenes satelitales para comprobar su cercanía o lejanía.
Los científicos se asombraron al encontrar que la mortalidad en general es 12% menor para las personas que tienen un área verde a 250 metros de sus casas. Esos afortunados tienen 41% menos probabilidades de morir por enfermedades renales, 34% menos enfermedades respiratorias y 13% menos probabilidad de morir de cáncer.
“Estamos sorprendidos de encontrar relaciones tan fuertes entre la exposición constante a espacios verdes y menores índices de muerte”, relata Peter James, investigador asociado.
La presencia de plantas favorece nuestras vidas de muchas formas, no sólo mejora el aire y frena la contaminación. El estudio encontró que también ayuda a la salud mental y mejora las relaciones sociales. El simple hecho de tener áreas verdes cerca fomenta la actividad física y aumenta la participación social.
Con este estudio, los investigadores comprueban que cuidar áreas verdes no sólo es un capricho hippie, tiene beneficios reales para la salud y bienestar general. Los científicos esperan que estas pruebas sean consideradas por arquitectos y autoridades para planear lugares más sanos.
Si vives en la ciudad y no tienes planes de mudarte, puedes visitar más frecuentemente lugares naturales y tener algunas plantas dentro de tu casa para mejorar tu salud.
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