Hay que ser muy audaz —o muy tonto— para tomarse una foto en la orilla de una azotea o en el momento exacto cuando hay un tren a tus espaldas. Pero sin importar la motivación, siempre está el riesgo de sufrir la peor consecuencia: morir de una manera horrenda.
Todavía no hay suficientes muertes por causa de selfie a escala global como para preocuparse, pero si tomamos en cuenta que ya todo el mundo se está acostumbrando a esta práctica narcisista —en Instagram el hashtag muestra 50 millones de resultados—, es obvio que las tragedias comenzarán a aumentar. Después de todo, mucha gente está dispuesta a lo que sea con tal de conseguir la selfie máxima, esa que nadie podrá igualar y que obtendrá incontables likes.
Dado que nadie está tomando con suficiente seriedad el selficidio, la gente de Priceonomics decidió crear estadísticas y establecer cuáles son las razones más comunes de muerte por selfies. Aunque las caídas desde grandes alturas está en el número 1 (16 muertes), ahogarse también es muy común (14 muertes). Lo raro que las selfies causan la misma cantidad de accidentes en avión, que en autos, cuando la de coches debería ser mucho más "popular".
Por otra parte, 27% de las muertes fue de gente con 21 años de edad y 73.5% del total fueron hombres. Pero lo más sorprendente es que 40% de estas tragedias ocurrieron en India, al parecer porque mucha gente no sabe nadar, a pesar de que las lanchas son un medio de transporte común —hubo un caso de varios adolescentes que se tomaron la selfie en la orilla del bote y éste se fue de lado por el peso, el problema es que ninguno sabía nadar—.
En Rusia, donde el índice de muertes por selfie incrementó mucho en 2015, ya están poniéndole advertencias a los sitios turísticos peligrosos para que la gente no se distraiga al momento de tomar una foto. Falta que los selfieadictos hagan caso.
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