Estoy casi seguro de que nunca has oído hablar de Stanislav Petrov, el hombre que probablemente salvó tu vida hace 32 años al evitar que se desencadenara la Tercera Guerra Mundial. Si eres de las contadas personas que lo conocen, lo más probable es que cuando te enteraste de su historia quedaste impactado o impactada. Eso fue lo que me sucedió hace poco, cuando leí acerca de este valiente personaje, y al darme cuenta de que muy poca gente lo conoce, decidí dedicar las siguientes líneas para contar su hazaña.
En 1983, Stanislav era el teniente coronel a cargo del búnker Serpujov-15 desde donde se coordinaba la defensa aerospacial de la ex Unión Soviética. Su misión era vigilar y alertar a sus superiores sobre cualquier amenaza o ataque de sus enemigos. En ese entonces, los estadounidenses y los soviéticos no eran precisamente amigos y se encontraban en plena Guerra Fría.
A las 00:14 del 26 de septiembre, el teniente coronel recibió la alerta de que un misil nuclear procedente de Estados Unidos se dirigía hacia territorio ruso. Aunque su deber era alertar inmediatamente a los altos mandos de esta situación, Stanislav dudó en hacerlo porque no le pareció lógico y prudente que los estadounidenses atacaran con un solo misil. Justo en ese momento, otras 4 alertas iguales se dispararon. Ahora eran 5 misiles los que se dirigían hacia ellos, pero aun así, Petrov sospechaba que se trataba de una falla técnica en el sistema.
Después de largos minutos de angustia, el teniente coronel Petrov decidió confiar en su sentido común y no alertar a sus superiores. Al final tuvo razón y se descubrió que un raro acontecimiento astronómico, después bautizado como el Incidente del Equinoccio de Otoño, fue lo que provocó que el sistema de defensa soviético se volviera loco. Si Stanislav hubiera seguido el protocolo y dado la alerta, tal vez tú y yo no existiríamos.
Cuando las alarmas se apagaron, los 120 hombres bajo el mando de Petrov celebraron como nunca, pues su teniente coronel los acababa de salvar a ellos y a miles de millones de personas. Actualmente, se calcula que en una guerra de ese calibre podrían haber muerto aproximadamente 4000 millones de seres humanos de manera directa o indirecta, sin contar otros seres vivos y el daño al medio ambiente.
"La gente no empieza una guerra nuclear con sólo 5 misiles" —Stanislav Petrov
Sería normal pensar que después de tal hazaña, Stanislav sería reconocido por su valentía y sagacidad, además de ser considerado un héroe; sin embargo, sucedió lo contrario. Cuando los altos mandos soviéticos se enteraron, lo castigaron por no seguir el protocolo. Primero fue transferido a otro puesto con un rango de menor jerarquía y poco después recibió una jubilación anticipada. Algunos creen que le fue bien; en ese entonces, por no seguir órdenes la gente era sentenciada a muerte.
Los rusos no podían permitir que este incidente se diera a conocer, así que hicieron todo lo posible por mantenerlo en secreto durante muchos años. Después de su retiro, Petrov se fue a vivir solo y olvidado a un pequeño departamento en las afueras de Moscú, donde por muchos años sobrevivió con una mísera pensión de $200 USD al mes.
Si no hubiera sido por Yury Votintsev, su comandante en jefe en ese entonces, quien en 1998 escribió lo sucedido en un libro, tal vez la hazaña de Petrov jamás hubiera salido a la luz. Esta información llegó por casualidad a Douglas Mattern, presidente de la Organización Internacional de la Paz, quien después de verificar los hechos, se dedicó a buscar al desconocido héroe.
Encontrar a Petrov no fue tarea fácil, pero después de mucho esfuerzo, Mattern dio con él, y a partir de ese momento comenzaron los homenajes y reconocimientos. El 21 de mayo de 2004, recibió el Premio Ciudadano del Mundo y el 19 de enero de 2006 viajó a Estados Unidos para ser honrado en las Naciones Unidas, y dijo que fue su "día más feliz en muchos años". Posteriormente, recibió el Premio Alemán de Medios en 2011, un reconocimiento en Baden, en 2012, y el Dresden Preis, en 2013. Petrov recibió algo de dinero con estos premios, pero casi todo se lo dio a su familia y sólo usó una parte para comprarse una aspiradora que terminó por no funcionar bien. Actualmente, Stanislav vive en el mismo lugar y con la misma escasa pensión.
"Todo lo que pasó no me concernía, era mi trabajo. Estaba simplemente haciendo mi trabajo y fui la persona correcta en el momento apropiado, eso es todo." Esto fue lo que contestó Stanislav, cuando le preguntaron si se consideraba un héroe.
The Man Who Saved The World es un documental que se estrenó el año pasado, en el cual Kevin Costner, Robert De Niro y otras estrellas de Hollywood narran la historia de Petrov, un héroe olvidado que todo el mundo debería reconocer y honrar. Aquí te dejo el trailer del documental:
Ahora que conoces la increíble hazaña de Stanislav Petrov, creo que vale la pena reflexionar un poco y agradecer que —aunque vivimos en una época muy caótica— estamos vivos y podemos hacer un esfuerzo por mejorar nuestro mundo. Por lo pronto, cada 26 de septiembre celebraré el Día Que El Mundo No Se Acabó. You are the man, Stan! Gracias por mantener la calma.
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