Para conseguir la selfie más original, hay personas que están dispuestas a hacer cosas extremas, incluso meter la cabeza entre los colmillos de un cocodrilo. Obviamente algunas de esas locuras tienen consecuencias mortales y según una investigación de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, cada vez hay más gente que no le tiene miedo a las consecuencias. En lugar de mostrar estadísticas y números específicos, el estudio se limitó a presentar varios casos recientes como prueba de que la tendencia crece a un ritmo alarmante. Y es que tan sólo en 2014 hubieron más de 40 accidentes fatídicos involucrados con selfies, mientras que en 2013 sólo se documentaron 2.
Por ejemplo, Colette Moreno y una amiga se estrellaron contra un auto mientras iban en su camioneta, todo por distraerse al momento de tomar la selfie; lo peor es que dejó huérfano a su hijo de 5 años.
En julio pasado Oscar Otero Aguilar se disparó por accidente, al tratar de fotografiarse con una pistola apuntando a su cabeza. Desafortunadamente olvidó remover las balas antes de jalar el gatillo.
Ramón Alberto González Adams, conocido como Jadiel en el mundo del reggaetón, se accidentó en motocicleta en Nueva York, justo después de tomarse la siguiente foto.
Segura de que nadie superaría su hazaña, Xenia Ignatyeva subió a la punta de un rascacielos y sacó varias selfies, el problema es que en la última se inclinó demasiado hacia atrás y cayó al instante. Curiosamente no fue la caída, sino un cable electrificado, lo que acabó con su vida.
Obviamente hay muchos casos más, incluyendo algunos que no están documentados, pero basta con revisar algunos para darse cuenta que no es buena idea buscar originalidad para una selfie, si será la última que podrás tomar.
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