Microsoft solía tener muy poco talento en el desarrollo de dispositivos, pero después de muchos proyectos infructuosos —de los cuales el más trágico se llama Zune—, logró perfeccionar sus técnicas de producción para crear Surface, una tablet con deficiencias de un ecosistema que aún debe madurar, pero que se clasifica entre los productos con Windows más interesantes en fechas recientes. Por supuesto, esta familia de móviles dista de ser perfecta y en un intento por alcanzar genuina sofisticación, Microsoft mejoró todos los atributos con la tercera generación, poniendo especial énfasis en la funcionalidad.

Surface Pro 3 es, ante todo, la respuesta de Microsoft ante la creciente necesidad del usuario promedio de recurrir a un sólo equipo para todas sus actividades digitales, desde entretenimiento hasta las tareas básicas de productividad. De hecho, la compañía tiene plena confianza en la capacidad de este dispositivo para suplir lo que ofrecen las ultrabooks y en consecuencia, reemplazar también el formato de la laptop. Esa noción, que casi suena a promesa mercadológica en lugar de a realidad tangible, ya se había planteado con las ediciones previas de Surface pero es hasta ahora que luce como una posibilidad viable. La nueva versión de la tablet tiene las especificaciones de un equipo de cómputo tradicional: procesador Intel Core i (que puede ser de i3 a i7 Haswell, dependiendo del precio), arriba de 4 GB en RAM y un máximo de 512 GB de almacenamiento en estado sólido.

Con tanta capacidad de procesamiento, la Surface Pro 3 está preparada para ejecutar la edición completa de Windows 8 con plena eficiencia y ofrecer una experiencia satisfactoria, incluso al tener numerosas aplicaciones abiertas. Habrá que cuestionar el rendimiento real hasta hacer un análisis a fondo, pero queda claro que los componentes son más avanzados de los de cualquier otra tablet, en este momento. La clave para lograrlo, en el caso de Microsoft, es que creció las dimensiones de la generación pasada de Surface a 12" de pantalla y con eso aportó otro importante beneficio: el incremento de la densidad de puntos por pulgada, lo que se traduce en 2160 × 1440 pixeles. Curiosamente, la relación de aspecto del panel visual va contra la tradición del 16:9, al presentar una proporción 3:2, lo que provoca que la interfaz se sienta menos sofocante al sostener la tablet en posición vertical.

Ahora bien, a pesar de que la potencia aumentó, con la nueva Surface el grosor y el peso disminuyeron a 9.1 milímetros y aproximadamente 800 gramos. No sólo es más delgada y ligera que sus antecesoras, está por debajo de las dimensiones de casi cualquier ultrabook (incluyendo las MacBook Air de Apple), aún con el teclado integrado. Y para evitar que la experiencia de uso sea agotadora, Microsoft tuvo a bien permitir que su dispositivo pueda sostenerse a sí mismo en varias modalidades, ya sea sobre una superficie plana o encima de tus piernas, por medio de un delgado soporte que se aloja en la cubierta trasera. Esta característica evolucionó de un deficiente funcionamiento en la primera Surface, a la capacidad de flexionar con firmeza el dispositivo hasta 150° de inclinación. Para complementar la estabilidad, el Typer Cover se adhiere de forma magnética la base de la Surface y gracias a una ligera elevación, replica la experiencia de un teclado convencional.

Para Microsoft, la escritura a mano es un aspecto fundamental de cualquier dispositivo con pantalla táctil, así que decidió ejemplificar su filosofía con Surface Pro 3, al presentar una pluma digital que se integra de manera orgánica con las funciones de Windows 8.1. De acuerdo con los representantes de la compañía, no se trata de un simple stylus, sino de un aditamento que produce una sensación similar a la de las plumas de tinta. Así, este accesorio detecta la intensidad de presión o la inclinación para generar trazos certeros, que pueden insertarse directamente en OneNote, cualquier documento de Office o incluso, en una versión de Photoshop que Adobe está creando a la medida para la Surface Pro 3 y sus sucesores, además de otras aplicaciones que se lanzarán en próximos meses.

Por lo demás, la Surface heredó todas las cualidades de conectividad de sus antepasados. Tiene una ranura para insertar memorias SD, ofrece Wi-Fi 802.11ac y Bluetooth 4.0, brinda un par de puertos USB 3.0 y está equipada con Mini DisplayPort. Su cámara de 5 megapixeles tiene soporte para videoconferencia a 1080p y sus bocinas prometen audio Dolby con mucha potencia.

Estará disponible únicamente en color plateado, en modalidades que van de Intel Core i3, 4 GB en RAM y 64 GB de almacenamiento, hasta Core i7, 8 GB en RAM y 512 GB de espacio. Llegará a Estados Unidos a partir del 20 de junio y al resto del mundo hacia finales de 2014.