Seguramente muchos de ustedes saben de la guerra que el gobierno de los Estados Unidos le ha declarado al gobierno chino y algunas de sus compañías, principalmente Huawei. Es gracias a esta guerra comercial que los teléfonos de Huawei y Honor no tienen acceso a los servicios de Google, que varios países como Inglaterra han prohibido el uso de la tecnología 5G de Huawei ´para poder levantar la nueva infraestructura que soporte las nuevas redes, que muchos desarrolladores y fabricantes norteamericanos no les pueden vender componentes para fabricar sus teléfonos y que, incluso fueron tan lejos como arrestar a la directora financiera de la empresa, que es nada más y nada menos que la hija del fundador.
No ha sido nada fácil para Huawei sortear todos estos problemas pero, la novela, por decirlo de alguna forma, acaba de tomar un giro bastante interesante y es que el gobierno de los Estados Unidos está en negociaciones con Meng Wanzhou, la directora financiera de la empresa que actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario en Canadá por supuestamente haber cometido distintos fraudes bancarios y está a la espera de la ejecución de urna orden de extradición por parte los Estados Unidos.
Aquí hay varias partes que entender. Los abogados de Meng Wanzhou están proponiendo que, si se declara culpable de algunos de los cargos que le imputan y “coopera”, el Departamento de justicia podría permitirle regresar a China donde nunca, jamás podrían tocarla (vean The Dark Knight para que entiendan) y eventualmente, retirar los cargos pendientes.
Sin embargo, Meng Wanzhou ha rechazado esa estrategia desde el principio ya que ella afirma, no haber hecho nada malo.
Según reporta el Wall Street Journal, Meng Wanzhou ha estado peleando para evitar la extradición a los Estados Unidos así que, parece bastante raro de que de pronto, aparezca este trato sobre la mesa.
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¿Qué hay detrás?
Con la inminente salida de la administración del señor Trump de la Casa Blanca, su gobierno necesita una victoria, algo que lo haga quedar bien ante los ojos de la nación y por lo que se dice, este trato podría además incluir la posible liberación de Michael Spavor and Michael Kovrig, dos ciudadanos canadienses que actualmente están arrestados en China (extraoficialmente, como represalia por el arresto de Meng Wanzhou).
Esto ya se puso como película de espías pero, si de verdad Meng Wanzhou es inocente y cree que pueda probarlo, entonces no tendría ninguna razón para aceptar el trato aunque, después de dos años, tal vez ya se haya cansado de las batallas legales.
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