El robot más sofisticado de Japón, Asimo, se volvió esta semana un guía en el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovación de Tokio, esto en un intento más de encontrarle un trabajo. Sin embargo, no tuvo el éxito esperado.
Cuando la gente levantaba la manos para tomarle fotos al simpático droide, éste los confundía y pensaba que los asistentes querían hacerle alguna pregunta. Fueron tantas personas, que llegó el momento en el que el robot se congeló y sólo decía: ¿alguien quiere hacerle a Asimo una pregunta?
“Actualmente, [Asimo] puede reconocer cuando un niño lo saluda, pero no es capaz de comprender cuando alguien levanta la mano por otras razones”, comentó Satoshi Shigemi, ingeniero en robótica de Honda, al rotativo Japan Daily Press.
Por supuesto que los creadores de Asimo están molestos con su pobre desempeño en el museo, por lo que buscarán que el robot sea capaz de reconocer con exactitud cuando una persona se dirija a él para hacerle preguntas.
Cabe mencionar que el droide no puede detectar sonido, así que para preguntarle los asistentes del museo tienen que usar un panel táctil para hacerle una de las 100 diseñadas en su sistema.
Por otra parte, desde su presentación en el año 2000, Asimo ha sorprendido al mundo entero con su habilidad para caminar de forma fluida, su capacidad para correr y hasta manipular objetos, como botellas y copas. Curiosamente, aunque su estructura se ha modificado constantemente, su inteligencia artificial sigue prácticamente igual desde su creación.
Deja tu comentario