Nabire, una hembra de rinoceronte blanco del norte, murió esta semana en el zoológico de Dvur Kralove en el centro de la República Checa. Esto significa que sólo quedan cuatro ejemplares en el mundo de esta subespecie.
Sólo sobreviven una hembra anciana llamada Nola que habita en el zoológico de San Diego en Estados Unidos, un macho también anciano y dos hembras, Najin y su hija Fatu, que viven en la reserva keniana de Ol Pejeta.
Estos tres últimos ejemplares fueron transferidos a Kenia desde el zoo de Dvur Kralove en 2009, en el marco del proyecto bautizado "La última oportunidad de supervivencia", con el que los científicos esperaban que los niveles hormonales de los animales volvieran a la normalidad es su hábitat y facilitar su reproducción. Desafortunadamente esto no fue así.
Tras la muerte de Nabire, Uno de los ovarios de la rinoceronte, así como diferentes tejidos, fueron extraídos y enviados a un laboratorio especializado en Italia para su conservación y análisis.
¿Qué puede hacer la ciencia al respecto?
Lo más preocupante de la situación es que la ciencia no tiene muchas opciones para evitar la extinción de esta especie.
La primera - y que van a intentar- es extraer células del ovario extraído y realizar una fecundación in vitro. Y aún si esto es posible, todavía falta encontrar a un espécimen que puede gestar a la cría sin que su organismo lo rechace. De hecho esto ya se intentó cuando Nabire estaba viva, pero tampoco hubo éxito.
La segunda opción es la clonación, pero las técnicas todavía no se perfeccionan y las especies clonadas nacen con defectos genéticos.
Debido a esta situación al parecer no queda de otra más que esperar a que la ciencia siga avanzando. Por eso el zoológico de San Diego lleva 40 años recolectando material genético de 10,000 animales individuales y de más de 1000 especies y subespecies, con la esperanza de que algún día, la ciencia pueda resucitar animales extintos.
¿Crees que algún día esto sea posible?
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