El gobierno británico reveló que está considerando la opción de abandonar la suite de aplicaciones de Office para utilizar una alternativa de código abierto. Según oficiales británicos, este movimiento les permitirá ahorrar una gran cantidad de dinero en el futuro, ya que aseguran haber gastado, desde 2010, más de $331 MDD en Office.
“El software que utilizamos en el gobierno todavía está provisto por sólo una pequeña cantidad de grandes compañías. Un pequeño oligopolio domina el mercado.”, reveló Francis Maude, ministro del Gabinete de Gobierno.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que el tema es discutido en Reino Unido; en 2002 se anunció una política de software que supuestamente evitaría el uso de programas como Office, manejados por grandes corporaciones como Microsoft, pero el cambio nunca se concretó. En 2009 se retomó el tema de utilizar software de código abierto y la iniciativa falló de nuevo. Por otro lado, el cambio informático parece no ser algo que los británicos reciban con los brazos abiertos: en 2010, oficiales ingleses revelaron que no pensaban dejar de utilizar Internet Explorer 6, para comenzar a utilizar IE 8, ya que omitir el cambio reduciría costos.
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