Staples, una de las empresas de productos para oficina más grandes del mundo, reveló hace unos días que se prepara para cerrar 225 tiendas en Estados Unidos en 2015, lo que representa cerca de 11% del total de sus establecimientos en el mundo. La razón de esta medida es que planea enfocar sus esfuerzos en las ventas por Internet, que actualmente representan cerca de 50% del total de sus ingresos.
Por otro lado, RadioShack informó, a principios de febrero, que también como parte de un plan de reestructuración, cerraría 500 de sus tiendas en Estados Unidos, lo que representa aproximadamente 10% de sus puntos de venta en ese país. Sin embargo, un mes después del anuncio, la cadena de venta de productos electrónicos reveló que podría cerrar hasta 1100 establecimientos, lo que eleva a 20% la pérdida de espacio de ventas.
Muchos se preguntarán cuál es el factor que está orillando a empresas de este tamaño a sacrificar tiendas y a colocar su mira en la venta en línea, la respuesta es lo que actualmente se conoce como el Efecto Amazon. Esto, básicamente, se refiere al enorme volumen de ventas alcanzado por Amazon.com., pues cada vez son más las personas que prefieren entrar en un sitio web para buscar los productos que quieren adquirir, que salir de su hogar y transportarse a una tienda física.
Por si esa ventaja fuera insuficiente, Amazon muchas veces ofrece precios menores y tiempos de entrega que se ajustan a las necesidades y presupuesto de sus clientes. Además, en la tienda en línea se encuentran comentarios y reseñas de otros usuarios que ya han comprado y utilizado los productos que se quieren adquirir. Un detalle interesante es que, incluso los consumidores más indecisos o los que simplemente quieren ver y manipular algún producto antes de adquirirlo, han comenzado a visitar los pisos de venta de tiendas físicas para saciar su curiosidad y, posteriormente, pagar el producto en Amazon.
En el caso de Staples, el volumen de ventas cayó cerca de 13% durante el último trimestre, debido, en parte, al cierre de 46 tiendas en Estados Unidos; sin embargo, las ventas realizadas por medio de su plataforma en línea se incrementaron 500% en comparación con el año anterior. De cualquier manera, este volumen de ventas todavía es pequeño si lo comparamos con el de Amazon o incluso con el de Walmart, que comenzó a apostar por el modelo de venta en línea desde hace años y que se mantuvieron fuertes, especialmente en China, durante el último trimestre de 2013, mientras que sus ventas físicas disminuyeron.
La ventaja que tiene Staples es que su enfoque parece estar bien encaminado, ya que su estrategia para expandir su negocio online incluyó la adquisición de Runa, una firma especializada en la personalización de experiencias de eCommerce. La aplicación de esta tecnología se reflejaría en una interfaz propia para cada uno de sus clientes registrados, quienes recibirían ofertas de acuerdo con sus gustos y tendencias de compra. Además, la compañía comenzó a crear productos propios, como un hub que permitirá concentrar electrónicos inteligentes y controlarlos desde una misma aplicación.
El problema es que Amazon le lleva años de ventaja también en este apartado, pues no se ha limitado a diseñar y producir un dispositivo, sino que se dio a la tarea de crear AmazonBasics, una marca propia con la que pretende cubrir las necesidades electrónicas básicas del consumidor promedio. Actualmente, Amazon vende cables de todo tipo, accesorios para celular, cargadores, fundas para cámara, baterías recargables, equipo de oficina y mucho más. De hecho, estos productos son parte del problema para Staples y RadioShack, ya que les ha costado un buen tajo de sus respectivos mercados.
Otra gran cadena que parece estar apostando fuerte por el modelo de ventas en línea es Best Buy, cuyas ganancias derivadas de comercio electrónico en Estados Unidos, durante el último trimestre de 2013 superaron $1.32 mil MDD. Sin embargo, en enero de este año, nos enteramos de que esta compañía se encuentra en problemas financieros debido a las promociones que ofreció durante la temporada navideña pasada, con las que sacrificó su margen de ganancia para incrementar el volumen de venta, pero sin conseguirlo. Tristemente, terminó gastando más en concepto de sueldos y gastos operativos al extender su horario de operación durante las fiestas de fin de año.
A partir de la consideración de todos estos datos no queda duda: la amenaza del Efecto Amazon es real y ha llegado a muchas de las empresas que eran consideradas gigantes en sus propio ramo. Otro detalle interesante es que Staples y RadioShack se aliaron en 2013 para contrarrestar la presión de Amazon y entre las medidas que tomaron estuvo la de retirar los lockers de Amazon, una especie de bodega temporal a la que los usuarios de Amazon podían enviar sus compras y luego pasar a recogerlas. Y aunque realmente nunca se reveló el impacto de este movimiento, son RadioShack y Staples los que tendrán que cerrar tiendas y enfocarse en ampliar sus plataformas de ventas en línea.
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