Pong fue uno de los primeros videojuegos en existir. Y tal como la gente aprendió a jugarlo en 1970, ahora un grupo de científicos puso a células cerebrales cultivadas a jugarlo. Sí, en serio ¡un minicerebro creado en laboratorio se puso a jugar! ¡Ciencia!
De acuerdo con un reporte de BBC, el doctor Brett Kagan y un grupo de investigadores crearon el primer "cerebro sentiente criado en laboratorio", al criar células cerebrales. El equipo combinó células cerebrales humanas cultivadas a partir de células madre y algunas de embriones de ratón para tener una cultura de 800,000 células trabajando en conjunto. Por supuesto, el siguiente paso era poner el cerebro a prueba, así que, ¿qué mejor manera de hacerlo que poniéndolo a jugar Pong?
Los científicos conectaron el minicerebro sentiente, mediante electrodos a una simulación del juego de Pong. Las células comenzaron a mostrar actividad eléctrica y a mover las raquetas, y cada que se marcaba un punto mostraban actividad mayor dependiendo del estímulo impredecible (la bola yendo hacia una dirección aleatoria cada vez).
El estudio descubrió que las células necesitaban cada vez menos energía jugando, lo que indicó que "aprendieron a jugar". Y si bien el cerebro no era muy bueno respondiendo los golpes, el porcentaje de rebotes acertados fue mucho más alto que el de una simple aletoreidad, lo que indica que las células empezaron activamente a buscar responder los golpes. Lo más interesante del asunto es que todo esto pasó en 5 minutos y aunque tal vez el cerebro no supiera exactamente qué estaba pasando, su capacidad de respuesta al estímulo fue soreprentemente veloz.
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