La industria de los videojuegos ha aumentado exponencialmente en los últimos tiempos y, naturalmente, el gran fenómeno también a afectado a México. La cifra de jugadores y sus horas de juego crece año con año en nuestro país, por lo que algunos estudiosos y especialistas advirtieron que muchos de ellos podrían ya ser adictos, especialmente los niños.
En una entrevista con Notimex, la especialista en psiquiatría infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mayra Hernández Chávez, reveló datos sobre esta posible "adicción a los videojuegos": en México, en 2016 se reportó que 59.1 millones de personas jugaron algún tipo de videojuego, pero en 2017 la estadística aumentó a 68.7 millones de personas. La especialista añadió que, según una encuesta llevada a cabo en una escuela, 90% de las personas aceptaron jugar videojuegos; de las cuales 64% juega de una a tres horas diarias y 9% juega de siete a nueve horas diarias. Según ella, estos datos son "preocupantes".
Hernández señaló que pasar tanto tiempo jugando puede tener efectos negativos en el jugador y su desarrollo y comportamiento, pues tiene consecuencias como el no tener capacidad para dejar de jugar, necesidad de conectarse a los videojuegos, tener estrés que sólo se alivia reactivando los juegos, bajas calificaciones y afectaciones en el desempeño social.
Notimex también entrevistó al investigador en videojuegos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Ángel Garfias, quien señaló que la obsesión por completar todo y la falta de tolerancia son otras consecuencias negativas en el individuo.
“Estos jóvenes se obsesionan mucho por conseguir lo que sea, uno de los juegos que más acostumbran es Minecraft, que no tiene historia, no tienen fin y se la pasan construyendo de manera obsesiva. Además tienen poca tolerancia a la frustración, al grado de que cuando es un juego competitivo llegan a irritarse y son muy poco tolerantes cuando llegan a perder”, comentó Garfias.
Ambos expertos estuvieron de acuerdo en que es incorrecto llamar "niños rata" a estos niños obsesionados, pues es un concepto peyorativo y tiene una carga ideológica negativa. Según ellos, debería de evitar usarse el concepto, pues en realidad son niños con problemas.
¿Y cómo resolver la adicción a los videojuegos? Pues naturalmente, es responsabilidad de los padres poner límites de tiempo y de tipo de contenidos, en búsqueda de que los niños tengan una vida más balanceada y sana.
“Es responsabilidad del padre, el acceso lo tienen a partir del padre que les facilita los juegos o no los supervisa, entonces los juegos tienen clasificación, tienen rango de edad”, finalizó Garfias.
¿Crees que en México la adicción a los videojuegos vaya en aumento? ¡Déjanos tus comentarios!
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