Build 2013 fue escenario para múltiples anuncios y demostraciones por parte de Microsoft, pero fuera de los reflectores, en los salones donde los expertos de la compañía impartían talleres para desarrolladores, también surgieron interesantes revelaciones. Una de esas proviene del vicepresidente de desarrollo Steve Guggenheimer, quien dice que por su arquitectura, Xbox One es compatible con las apps de Windows 8.
A finales de mayo, voceros de Microsoft explicaron que la consola fue concebida con base en un sistema integrado que corre sobre kernel de Windows: “Xbox One fue desarrollado para ser el máximo sistema de juegos y entretenimiento, así que el equipo de diseño debía hacer cada aspecto de la experiencia –desde su apariencia hasta cómo interactúan los usuarios con su software– algo moderno y sofisticado. El lenguaje fue diseñado para ser simple y atractivo, todo mientras está ajustado a los componentes internos de la consola para asegurar un desempeño perfecto”.
Hasta ese punto, quedaba claro que Windows potenciaba de alguna manera la interfaz de Xbox One, bajo la filosofía de 3 sistemas operativos, pero no era completamente seguro si la arquitectura de Windows 8 estaba detrás de ese funcionamiento. Gracias a las declaraciones de Guggenheimer, se confirma esa interrogante, pues dice que “si un desarrollador está interesado en crear aplicaciones para Xbox One, el paso lógico será comenzar a construir software para Windows 8”. El directivo prefiere no hacer un anuncio explícito, no obstante, expresa que el núcleo de ambas plataformas de software, de Windows 8 y Xbox One, es el mismo, enfocado en pautar interacción entre distintos dispositivos.
Ahora bien, esa compatibilidad no es garantía de que Microsoft permitirá plena interacción entre dispositivos, en especial, si no es bajo su supervisión. En el esquema de Xbox One, los desarrolladores no pueden lanzar sus aplicaciones de manera independiente, necesitan de un distribuidor autorizado para que su propuesta sea aceptada en la tienda de la consola. Por otra parte, la compañía ha planteado en reiteradas ocasiones su deseo por convertir a Xbox en una marca de entretenimiento, que trascienda las limitantes del hardware, así que la convergencia de plataformas, de sistemas operativos y de servicios sería un paso natural y casi predecible. Lo cierto es que un ecosistema más robusto, tanto en Windows 8 como en Xbox One, será muy benéfico para desarrolladores y consumidores.
Deja tu comentario