Snap reveló recientemente que su desempeño durante el trimestre pasado fue menor de lo que Wall Street había predicho. Cabe señalar que durante el reporte se hizo público que Snap ha estado perdiendo dinero con sus famosos lentes. Estos anteojos que incluyen una cámara y que pueden ser adquiridos en línea o en máquinas expendedoras en Estados Unidos causaron que la compañía perdiera aproximadamente $40 MDD. Este problema básicamente se debió a que Snap calculó mal la popularidad de los dispositivos y ahora tiene un excedente de inventario y promesas de compra de piezas a futuro y los lentes no se están vendiendo. Esta noticia causó que las acciones de la compañía se desplomaran 19%.
El problema es sencillo, básicamente Snap pensó que sus lentes iban a causar furor y que la gente se arremolinaría de tal manera por ellos, que pidieron muchos, muchos más de los que deberían. Y bueno, las ventas no solo fueron menores de lo esperado, sino que incluso muchos clientes que los compraron terminaron regresándolos al poco tiempo, nada impresionados con sus capacidades de realidad aumentada. Los últimos reportes indican que Snap ahora tiene cerca de 150,000 lentes juntando polvo en bodega, esto según una declaración proveniente del mismo Evan Spiegel, CEO de la compañía.
A fin de cuentas, esta situación refleja un problema mayor, ya que este tipo de compañías parece estar basando muchas decisiones de negocios en corazonadas o en tendencias, en lugar de realizar estudios de mercado en forma y cálculos de inventario bien diseñados. En el caso de Snap, la compañía pensó que su campaña secreta de distribución, en la que las máquinas expendedoras fueron colocadas en lugares secretos que eran revelados a través de redes sociales cada cierto tiempo, realmente no fue suficiente, especialmente después de que los lentes comenzaron a venderse en Amazon.
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