Hace una semana exacta del ataque de ransomeware que tomó por sorpresa al mundo y los investigadores han tenido tiempo de entender más la naturaleza del ataque. Aparentemente, uno de los factores principales que ayudaron al rápido esparcimiento de Wannacry tiene que ver con el uso de sistemas operativos viejos y desactualizados. Según los investigadores, casi todos los sistemas que cayeron víctimas del ataque corrían Windows 7.
Según información publicada por la firma de seguridad Kaspersky, cerca de 98% de las computadoras afectadas corrían alguna versión de Windows 7 y menos de una en mil corrían Windows XP. Además, la firma asegura que los clientes 2008 R2 Server también se vieron fuertemente afectados y que, de hecho, representaron cerca de 1% del total de infecciones.
Y sí, actualmente, Windows 7 sigue siendo la versión más común de Windows, la más utilizada en el mundo, corriendo en más de 4 veces el número de computadoras que Windows 10. Esto explica por qué la infección afectó tanto a estos sistemas, ya que las versiones más recientes de Windows, debidamente actualizadas, son inmunes al malware en cuestión. Lo interesante es que Windows XP, el primer culpable en la mente de todos, tuvo un papel tan pequeño en el asunto. Incluso Microsoft parece sorprendido de esto, especialmente si pensamos que sus equipos de seguridad se apresuraron a crear y lanzar una actualización gratuita horas después de alcanzar el punto máximo de infecciones.
Deja tu comentario