Muchas de las empresas que están apostando por el desarrollo de vehículos autónomos han llegado a acuerdos con diversas ciudades para probar su tecnología en sus calles. Nueva York no es una de estas ciudades, ya que, gracias a una ley antigua, publicada hace más de 45 años, los conductores deben mantener una mano sobre el volante en todo momento y eso ha impedido que la tecnología de conducción autónoma pueda ser usada en sus calles.
Afortunadamente para empresas como Uber, que necesita avanzar a pasos agigantados en este campo, para poder deshacerse de sus conductores, los legisladores del Estado introdujeron una propuesta para pausar la aplicación de esta ley en el presupuesto anual del estado. Así que, si este presupuesto es aceptado, Nueva York podría sumarse a las ciudades que participen en estas pruebas en 2018.
Ahora, para que esto suceda, siempre deberá haber un conductor con licencia dentro del vehículo, cuando éste se encuentre en el camino. Además, todas las pruebas deberán ser llevadas a cabo bajo la supervisión de la Policía Estatal de Nueva York y del Department of Motor Vehicles de Nueva York.
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