Después de que la administración de Donald Trump pasó una reforma sin que nadie se diera cuenta ―en un movimiento digno de los mejores presidentes mexicanos― con la que se dificultará la contratación de trabajadores extranjeros para las compañías de tecnología a través del programa de visas de trabajo H-1B, Google mandó un mensaje a sus empleados asegurando que no espera que esto tenga un impacto en sus “Googlers”. Según la compañía, sus ingenieros de software no caen en los supuestos mencionados.
Quise comentar rápidamente, en nombre del equipo de inmigración, para que todos sepan que estamos siguiendo esto y por ahora, no anticipamos un impacto a los Googlers.", se lee en el correo electrónico enviado por Google a su personal. "Nuestros roles de ingeniería de software no entran en las categorías de puestos incluidas en la nueva guía del USCIS [Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos]. Seguiremos observando de cerca el escenario de visas H-1B y mantendremos a los Googlers informados sobre cualquier cambio que necesiten tener en cuenta."
Y, claro que Google no espera que el gobierno de Trump los afecte, nadie lo espera, como la mujer aquella, votante y creyente de Trump, que acudió a las redes sociales, completamente sorprendida, por que su esposo mexicano había sido detenido y se encontraba en espera de ser subido a un avión de vuelta a México. “Pensé que sólo deportaría a los malos”. Claro, nadie espera que la administración de Trump lo patee en los "googlers", si así fuera todo mundo estaría corriendo en pánico, tratando de escapar de Estados Unidos, hacia arriba o hacia abajo. Lo puedo imaginar bien, en mi sueño alguien mandó a hacer un espectacular gigante que dice “El último en salir… que no apague la luz porque el cambio climático no existe”.
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