Sin duda alguna, Pokémon GO logró el regreso de la pokemanía a nivel mundial, 20 años después. Después de todo, ¿no siempre fue el sueño de todos poder capturar Pokémon tal y como si fueran reales? El juego, aunque está disponible legalmente para apenas unos cuantos países, ya fue descargado más de 7 millones de veces a nivel mundial, y ya tiene más usuarios activos diarios que Tinder o Twitter. El éxito de Pokémon GO genera ganancias millonarias (a través de las microtransacciones) para los desarrolladores; sin embargo, también está afectando a la economía del mundo, indirectamente.
La pokeconomía es un nuevo término que se refiere a las actividades que realizan los fans de la franquicia de Pokémon en establecimientos y negocios, mientras juegan este nuevo título para móviles. Las mecánicas de Pokémon GO obligan a los usuarios a que salgan a caminar a buscar monstruos de bolsillo, poképaradas o gimnasios; por lo que muchas veces acaban en lugares que de otra forma nunca hubieran visitado. Lo interesante es que muchos de estos lugares son establecimientos o pequeños negocios.
Sean Benedetti, gerente del L’inizio Pizza Bar en Nueva York, reportó un aumento de 75% en sus ventas durante el pasado fin de semana, debido a que colocó "módulos cebo" en su local; un objeto que atrae más Pokémon a la zona. El punto donde es activado el objeto en cuestión es marcado en los mapas de todos los jugadores, por lo que muchos deciden acercarse a este lugar. Los objetos tienen un costo, aunque sin duda lo desquitan al momento de atraer tantos clientes.
Por otro lado, otros restaurantes, como el Backstreet Grill en Nuevo México, también han aprovechado la pokéfiebre para hacer un poco de publicidad sin costo. Carollann Scott, directora de marketing del local, comentó que "nos dimos cuenta que había muchos Pokémon en nuestros restaurante. He visto gente pasar por nuestro estacionamiento casi todos los días usando la app; y queremos que sepan que si entran a nuestro restaurante, encontrarán uno aún mejor". El Backstreet Grill, junto con muchos otros negocios, ha empezado a seguir la tendencia en las redes sociales, subiendo fotos de Pokémon en sus locales e invitando a las personas a que hagan lo mismo.
¡Ven, atrapa todos los Pokémon en nuestro restaurante y disfruta una buena comida!
Otras estrategias que están usando las pequeñas y medianas empresas para conseguir más clientes incluyen descuentos por capturar Pokémon dentro del establecimiento o por formar parte de cierto equipo. Cada uno, a su manera, está aprovechando la euforia de Pokémon.
Por supuesto, las PyMEs son solo una parte del modelo pokeconómico. Del otro lado se encuentra el desarrollador Niantic y la gigantesca oportunidad que tiene de "vender" espacios. Cuando el estudio desarrolló su juego original Ingress, consiguió puntos de interés de todas las ciudades directamente de la base de datos de Google, y después pidió a los jugadores que sugirieran otras tantas. Toda esta información fue migrada a Pokémon GO, por lo que, hasta el momento, todos los sitios importantes del juego se han elegido de forma imparcial.
Sin embargo, esto podría cambiar muy pronto. Algunos reportes señalan que Niantic ya está en pláticas con Mc Donald's, para que la cadena de restaurantes de comida rápida se convierta en el primer "patrocinador" del juego. A cambio de cierta cantidad de dinero, el estudio podría modificar sus mapas para que todos los McDonald's del mundo se conviertan en poképaradas o gimnasios.
Aunque en principio esto suena positivo (¡nunca habrá suficientes pokérparadas cerca!), el hecho de quitar la imparcialidad a Pokémon GO podría convertirse en un privatizado y peligroso juego de poderes donde el dinero manda. "¡Ven a Starbucks dentro de 15 días a las 3:00 p.m. para conseguir a Articuno!", "¡Solo en Applebee's podrás conseguir el ultra-raro Mewtwo shiny!". ¿Te imaginas este escenario?
Por supuesto, estas son puras conjeturas. Hasta el momento, Pokémon GO está rompiendo récords a diestra y siniestra, pero llegará un momento en que invariablemente dejará de crecer, y será ahí donde Niantic tendrá que esforzarse por lograr que su producto se mantenga atractivo: nadie va a pagar millones por anunciarse en un juego que nadie juega. Lo importante es que de momento, la pokéfiebre ha ayudado a la gente y le ha dado un empujón económico a las pequeñas y medianas empresas. No se sabe cuánto durará esta luna de miel, pero mientras lo haga, los negocios del mundo la seguirán aprovechando.
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