Aun recuerdo la primera vez que supe de los juguetes interactivos, era la temporada navideña de 2012 y yo trabajaba en la sección de videojuegos de un —ahora extinto— Blockbuster. Nada podía prepararme para lo que viví los días previos a Navidad, cientos de padres y niños llegaban diariamente preguntando por las figuras de Skylanders, algunos con desesperación en los ojos y otros ya con hastío y resignación pagaban grandes cantidades por estos muñecos.
Creí que nunca vería algo parecido hasta que llegó la locura de los Amiibo en invierno del 2014. Las filas eran inmensas, la demanda por las figuras NFC de Nintendo superó toda expectativa. Parecía que el concepto Toy-to-Life había llegado para quedarse y Activision, Nintendo, Lego y Disney eran las compañías que luchaban por el dominio de este mercado. Hasta ahora.
Disney anunció esta semana que se retiraba del negocio, no solo de las figuras inteligentes si no de la autopublicación de videojuegos —pero ese es tema para otro dia— y oficialmente la serie Disney Infinity fue cancelada. Los motivos no quedan del todo claros, si bien se alude a una pérdida de interés por parte del público, los millones que se generaron gracias a las ventas de las 3 expansiones existentes garantizarián la continuación de la fórmula por lo menos por un par de años más.
Activision —pionero en este negocio— no cuenta con los números ni los personajes que hacen que el negocio de sus competidores sea tan exitoso, sin embargo aún produce juegos y figuras —recién confirmaron su sexta entrega—, además de una serie de productos derivados como cartas coleccionables y juegos para aplicaciones móviles. Está claro que el objetivo de Activision ya no es más la venta de figuras tanto como el posicionamiento de sus personajes.
Pero Disney tiene personajes para dar y regalar, solamente las figuras de Star Wars en la expansión Disney Infinity 3.0 generaron más de $200 millones de dólares en ganancias. Fuentes de Kotaku declararon que había planes —ahora cancelados— para el futuro de la línea, con figuras más grandes y un atractivo modo historia crossover.
Pero entonces ¿cuál es el verdadero motivo de que el ratón Mickey abandone el barco? ¿Acaso estamos frente a un inminente hundimiento y Disney lo previó? Puede ser que sí. Skylanders tuvo tanto éxito en su lanzamiento porque era una idea novedosa, utilizó personajes francamente genéricos y un modo de juego bastante mediocre, pero la mecánica de darle vida a tus juguetes lo hacía irresistible.
Cada compañía intentó darle su sello personal al fenómeno, Disney Infinity nos dejó jugar en los universos de sus personajes y crear nuestros propios mundos, Lego Dimensions nos entregó una especie de secuela de su pelicula, con una historia que mezcla diversas series y personajes que solo podráin coexistir en forma de Lego, mientras tanto Nintendo optó por un modelo multi plataforma que le permite sacar más provecho de sus figuras, con un concepto de DLC físico.
De todas estas, parece ser que la más apta para sobrevivir es la opción de Nintendo, a pesar de que la fiebre desmedida por estas figuras ya pasó, sus más de mil millones de dólares en ganancias reportadas hasta septiembre del año pasado y la inagotable sed de los fans así lo indica. Con Nintendo asegurado a un modelo diferente, Skylanders enfocado en el desarrollo de su franquicia en otros mercados y Disney fuera del panorama, solo queda ver qué pasa con Lego, quien llegó quizás muy tarde a la escena.
El fenómeno de los Toy to Life ya no es novedoso, y nos recuerda un poco a lo que pasó con los juegos de bandas de rock, tras su éxito desmedido hace una década, las guitarras de plástico pasaron de sensación a acumuladoras de polvo. Estos juguetes tienen muchísimo más potencial coleccionable y siempre habrá quien quiera tenerlos todos, pero para los estandares actuales de la industria esto no es suficiente.
Disney Infinity se despide con buenos números, grandes promesas sin cumplir y un amenazador panorama para la escena de los juguetes interactivos.
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