La Tierra no gira sobre un solo eje como te enseñaron en la primaria, se mueve como un trompo: se tambalea ligeramente mientras gira sobre un eje.
Por este movimiento, los polos cambian de lugar y aunque es normal, desde hace 15 años el polo cambió su dirección y ya no se dirige a Canadá, sino a las islas británicas.
The planet has lost so much ice, it's affecting the North Pole's location https://t.co/RPc7x2CjLf pic.twitter.com/smcjeMDwM5
— Climate Central (@ClimateCentral) April 11, 2016
Desde 1900, el Polo Norte iba y venía en la bahía de Hudson en Canadá. Pero con el nuevo milenio, llegó el deshielo de los polos que ha provocado diferente reparto de peso y la dirección del eje imaginario se ha ido 75 grados al este y avanza cada vez más para allá: 17 centímetros al año.
Los científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA explican que Groenlandia y la Antártida han perdido trillones de kilos de hielo desde 2003 lo que ocasiona que el movimiento de la Tierra cambie.
Además, la falta de agua en Eurasia por el agotamiento de acuíferos y sequías también ha contribuido. Aunque las magnitudes no son tan grandes como las de los polos, el eje de rotación es muy sensible a lo que pasa a los 45 grados de latitud ya sea norte o sur —que coincide con Eurasia—.
Por estos motivos, los científicos aseguran que este movimiento es mayormente culpa de los humanos y nuestro uso del agua. Afortunadamente, el movimiento del eje no nos afecta, pero el cambio del nivel del mar sí porque en sólo décadas muchas ciudades pueden quedar cubiertas por agua.
Este es un aviso de nuestro planeta diciendo que el cambio climático es real y aunque la alteración del eje terrestre no nos perjudica, el avance del calentamiento global sí tendrá grandes impactos en nosotros.
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