Tener una consola de oro está bien, aunque en lo personal preferiría venderla, que gastar una fortuna para tenerla. Y es que todos sabemos que el verdadero valor del gaming no está en el lujo, sino en las reliquias —por algo son tan caras las ediciones limitadas para coleccionistas—. En el corazón de ese aprecio por los tesoros se encuentra la nostalgia, un sentimiento tan fuerte que te hace amar los chiptunes o maravillarte cuando ves cómo un genio de la electrónica convierte un Game Boy clásico, en una máquina milagrosa para que puedas jugar cualquier título retro.
Éste es el Game Boy Zero, obra y creación de wermy, un inventor y experto en modds de consolas. Por fuera es el ladrillo ochentero que nació de la mente de Gumpei Yokoi, pero en el interior se encuentra una Rapsberry Pi, así que su poder va más allá, mucho más, que simplemente mostrar gráficos de 4-bits. En específico la magia de este mod es que tiene instalado Emulation Station, un emulador que te deja jugar numerosos títulos de NES, SNES y las muchas versiones del Game Boy —incluyendo el Advance—.
Obviamente muchos de esos juegos necesitan más botones de los que tiene un Game Boy edición tabique, así que wermy instaló adicionales en el frente y otro par de "clics" en la parte trasera, los cuales son tan diminutos que no será fácil acostumbrarse.
Aunque acostumbrarse no es el problema, sino conseguir un ejemplar, ya que el autor de esta maravilla dice que no la pondrá a la venta. Lástima, ya que es la forma perfecta de revivir los gloriosos 80 y 90, en especial porque el Zero soluciona el mayor problema del Game Boy clásico: la batería; dado que viene con cargador USB, no sufrirás ante las pilas AA.
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