Parece muy sencillo autorecetarte cuando te enfermas: según tú, sabes perfectamente lo que tienes y considerando los síntomas, deberías tomar las pastillas que tienes guardadas. Sin embargo, esta costumbre está haciendo que los antibióticos más comunes ya no funcionen en los niños.
La resistencia a los medicamentos fue descubierta por la Universidad de Bristol y el Colegio Imperial de Londres cuando los investigadores analizaron las infecciones urinarias causadas por E. coli. En el estudio, revisaron casi 80,000 muestras de niños —provenientes de 26 países— que presentaban altos niveles de resistencia a los antibióticos más comunes como ampicilina, trimetoprima y cotrimoxazol.
Los resultados mostraron que la bacteria es muy resistente para estar en cuerpos infantiles. Los investigadores culpan a los médicos generales por recetar medicamento muy fuerte a temprana edad. Las cifras fueron más preocupantes en países fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) —que impide la venta de antibióticos sin receta—. Hay muchas personas que, con la intención de cuidar a sus hijos, los recetan constantemente sin la aprobación de doctores y sólo los afectan más.
“Los resultados sugieren que el uso previo de antibióticos aumenta el riesgo de aumentar la resistencia de E. coli a ese antibiótico en particular” concluye Ashley Bryce, quien encabezó la investigación.
Si estos antibióticos no funcionan en los niños, los doctores tendrán que recetar agentes alternativos que pueden ser menos efectivos o tener efectos secundarios en ciertos pacientes, según Conor Jamieson de la Real Sociedad Farmacéutica.
Para evitar tomar medicina más fuerte, debes evitar tomar antibióticos a menos de que estés seguro de tener infecciones bacterianas y no viruses.
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