Hay gente en China que se pone eufórica con tan sólo pensar en "el nuevo iPhone" y con cada modelo del teléfono que estrena Apple, están dispuestos a hacer cosas que parecerían innombrables. ¿Vender un riñón? Pfff... anticuado, para ellos lo de hoy es negociar con el primogénito.
Según People Daily Online —uno de los periódicos más importantes en China—, una pareja en la provincia de Fujian vendió por $3530 dólares (50,000 yuanes) a su hija que tenía apenas 15 días de nacida y con el dinero compró "el iPhone más reciente", además de una motocicleta y otros víveres. El padre dice que encontró comprador muy rápido en QQ, una app de mensajería/red social, donde al parecer la venta de cosas ilegales y el tráfico de humanos no está regulada.
La justificación de A Duan y Xiao Mei —los padres de la niña, a quienes les asignaron nombres diferentes en el reporte— es que viven en condiciones de pobreza extrema, así que prefirieron "dejar a la niña con alguien que le pudiera dar una vida mejor". Obvio la verdadera intención no fue nada noble, pues las autoridades chinas descubrieron en su investigación que el padre se la vivía jugando o chateando en cibercafés, mientras que la madre tenía que trabajar turnos triples para solventar los gastos de la paternidad no planeada. Más tarde, ambos declararon que por su corta edad (19 años) no estaban listos para enfrentar las responsabilidades de ser padres de manera tan inesperada, así que pensaron en buscar una salida fácil para su situación.
El padre de la niña fue arrestado y tendrá que enfrentar 3 años de cárcel, mientras que el hombre que compró a la niña —para dársela a su hermana, quien no podía tener hijos— se entregó a la policía por voluntad propia. Y Xiao Mei, la madre de esta bebé, huyó a otra región de China, pero la capturaron a los pocos días. Ella dice que en su pueblo hay una costumbre de enviar niños con otras personas para que los críen, por lo que creyó que sus acciones no eran un crimen.
Aunque a simple vista parece algo chusco, considerando el ridículo de lo que compraron con el dinero, la realidad es que la venta de recién nacidos en China es un fenómeno cada vez más común y deprimente; de hecho, cada año secuestran 200,000 niños para venderlos en línea dentro y fuera de sus fronteras. Las autoridades responden oportunamente a muchos de los casos, pero un porcentaje muy alto pasa desapercibido —a veces sin intención, otras porque algunas personas del gobierno se benefician—.
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