Ciencia

No dormir te causa los mismos munchies que la marihuana

Estar cansado también hace que la comida sepa deliciosa

Cuentan los pachecos que después de haber fumado marihuana, llega una oleada de hambre que no se detiene hasta que encuentras algo para comer —de preferencia dulce, salado o frito—. Cuando por fin te alimentas, los sabores explotan en tu boca y vives una experiencia única. A ese fenómeno causado por el cannabis se le conoce como munchies y lo puedes experimentar aunque no consumas marihuana.

Los munchies le ha dado mala fama a la mota porque se cree que provoca comer sin freno y las personas suben de peso. Pero ese antojo desmesurado no sólo es causado por la planta favorita de Snoop Dogg, un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago descubrió que no dormir lo suficiente también causa munchies.

La investigadora de metabolismo Erin Hanlon hizo un estudio en el que separó a 14 voluntarios en dos grupos: en el primero, los participantes redujeron su tiempo de sueño a 4.2 horas por noche 4 días seguidos; en el segundo, los voluntarios durmieron 7.5 horas por noche. Ambos grupos tuvieron la misma alimentación.

Después de la cuarta noche, a todos se les ofreció una barra de botanas. Los del grupo que durmió poco eligieron apresuradamente alimentos con muchas grasas —específicamente en la tarde cuando el cuerpo es más propenso a engordar—. A pesar de que unas horas antes habían comido un menú con el 90% de calorías diarias recomendadas, los munchies hicieron que consumieran 300 calorías en botanas —muchas más de las necesarias para reponer las horas de sueño—.

Hanlon analizó los niveles químicos en la sangre y cerebro de los desvelados. Por una parte, encontró que los niveles de grelina —hormona que aumenta el apetito— estaba elevado, mientras que los niveles de leptina —hormona que te avisa cuando estás satisfecho— estaba por debajo del promedio.

Al estudiar el cerebro encontró que los niveles de endocannabinoides habían aumentado. Los endocannabinoides son sustancias parecidas al cannabis pero producidas naturalmente por el cuerpo, están relacionadas al apetito y antojos. Hanlon encontró que el endocannabinoide 2-AG —responsable de aumentar el placer al comer— había aumentado en las personas que durmieron pocas horas.

“El aumento de 2-AG puede ser un mecanismo en el que la restricción del sueño recurrente se convierte en ingesta excesiva de alimentos, en particular en forma de snacks, a pesar del aumento mínimo de la necesidad de energía”, explica Hanlon

Tú decide si prefieres descansar todas las horas que necesitas o disfrutar del sabor potencializado que tendrán las botanas después de haberte desvelado, pero cuidado con la báscula.

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