A pesar de que LG acostumbra crear smartphones hermosos, poderosos y con cualidades muy novedosas, no ha logrado que alguno se posicione entre los 5 mejor vendidos del mundo —ni estar entre los fabricantes de teléfonos más exitosos a escala global—. Siempre hay un Apple, Samsung o hasta Huawei delante de él, pero esa situación podría cambiar en 2016 con la llegada del G5.
Aunque ya se sabía un poco por las incontables filtraciones, el LG G5, que fue presentado oficialmente en MWC 2016, es una maravilla de la innovación. Tal vez no llegue a lo revolucionario, pero su diseño es muy ingenioso dado que se adelanta —un poco— al concepto de Project Ara, gracias a que tiene piezas intercambiables con las cuales puedes incrementar sus capacidades. Incluso podría decirse que no se trata de un teléfono, sino de un ecosistema de gadgets que van desde una bocina B&O, hasta un control especializado para drones. LG pensó en todo, si acaso le faltó algo para complementar los hoverboards.
Dentro del teléfono tenemos lo usual: Snapdragon 820, 4 GB en RAM, micro SD para 2 TB —que no podrás aprovechar al máximo hasta que saquen tarjetas de ese tamaño—. Aquí los specs no son tan importantes, sino la forma en que tantas características se reúnen para crear algo que se siente genuinamente premium.
El launcher no está, así que la experiencia Android es casi pura, más rápida y simple
Por ejemplo, el feeling del armazón le apuesta completamente al Nexus 6P, mientras que la pantalla es lo más avanzado en smartphones a la fecha, pues LG adaptó la tecnología Quantum de sus televisores dentro del G5. El resultado es una pantalla IPS de 5.3” que tiene colores muy reales, un brillo sorprendente —que supuestamente no gasta mucha energía— y contrastes muy profundos. Lo que esperarías de una TV en cuanto a calidad de imagen se cumple a la perfección con este teléfono. Además, la pantalla se queda siempre encendida, para mostrar notificaciones en modo de espera —fondo negro, tipografía blanca—, pero con la ventaja de que gasta 0.8% de la batería cada hora.
La parte trasera es un poco más interesante que el frente, ya que en donde suele estar la cámara —en otros teléfonos—, hay un botón para despertar al equipo y que también sirve como lector de huella digital. Mientras tanto la cámara o, mejor dicho, el sistema fotográfico, está en la parte superior. Aquí LG decidió que no se iría por lo convencional, así que en lugar de ponerle mucho poder a un solo sensor, puso 2 cámaras que trabajan en conjunto para mejorar la nitidez, calcular con mayor precisión la profundidad y sobre todo, hacer que la amplitud de la imagen sea más “realista”. La explicación es que este esquema de cámaras capturan hasta 135° del campo de visión al frente, más que los 124° del ojo humano, mientras que cualquier otra cámara de teléfono —hasta las más avanzadas— alcanzan apenas 75°. En teoría ya no verás las esquinas de las fotos ya no se verán deformada y en general, todo lo que tomes lucirá espectacular.
Obviamente lo más interesante del LG G5 está en su modularidad. Aprieta un pequeño botón en la parte inferior para desprender la charola de la batería y reemplazarla por una pila con mucha más capacidad. Pero si lo que quieres es mejorar tu experiencia de audio, inserta una bocina fabricada por Bang & Olufsen que tiene propiedades Hi-Fi: audio Plus DAC de 32-bits a 384KHz. Y si quieres más control para tus fotos, puedes ponerle una empuñadura con botón dedicado para fotos, batería extra de 4000mAh y una rosca para que hagas zoom con mucha precisión. LG no dice si dejará que otros fabricantes puedan crear accesorios para el puerto del G5, pero ojalá que lo esté considerando, porque tiene muchísimo potencial.
El inconveniente de cambiar módulos es que el teléfono se apaga completamente cada que haces un cambio, así que la versatilidad tiene un precio muy alto. Esa es probablemente la mayor diferencia con Project Ara. Pero la ligera desventaja no quita que estamos ante un smartphone extremadamente innovador. Todavía no hay precio ni fecha de lanzamiento específico, pero seguramente no será barato.
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