Estamos presenciando un suceso histórico en la ciencia: después de décadas de investigación e intentos fallidos, científicos del LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) comunicaron en una conferencia de prensa en Washington D.C., que han detectado y registrado las ondas gravitacionales. Este suceso abre una ventana a muchísimos nuevos descubrimientos sobre el universo.
"Es un honor comunicar y ser parte de este equipo que logró detectar las ondas gravitacionales, un adelanto anhelado por años por científicos de todo el mundo", expresó Gabriela Gonzales, miembro de LIGO.
¿Qué son las ondas gravitacionales?
Para entender mejor el descubrimiento, debes saber qué son las ondas gravitacionales. En pocas palabras, el espacio es como un tejido de espacio y tiempo donde todo ocurre. Ese tejido es tan maleable como la superficie del agua, se puede estirar y contraer. Cuando se insertan cuerpos muy grandes él, distorsionan el tejido —como una canica sobre un pedazo de tela— y crean fuerza gravitacional que atrae cuerpos más pequeños hacia él.
Albert Einstein tenía la teoría de que cuando dos cuerpos masivos (mucho más grandes que un planeta) chocan entre sí, crean ondas gravitacionales en el tejido de espacio-tiempo similares a las ondas creadas por un piedra al entrar al agua. Éstas viajan a la velocidad de la luz y se extendien por todo el tejido.
¿Cómo fueron detectadas?
A pesar de la complejidad con que Einstein explicó este fenómeno en su teoría de la relatividad, no habíamos comprobado su existencia. De hecho, los científicos creían que no existiría tecnología terrestre que pudiera detectarlas. Sin embargo, el LIGO —ubicado entre Louisiana y Washington— ha logrado detectar las ondulaciones.
El LIGO funciona con un conjunto de espejos y láseres que detectan cambios en el espacio-tiempo que los humanos no podemos percibir. Este gran aparato ha encontrado variaciones en el tejido que hacen que una distancia se alargue o se contraiga. Para hacerlo miden el tiempo en que viaja la luz de los láseres —que no se ve afectada por las ondas gravitacionales— mientras se traslada entre Louisiana y Washington. No ha sido nada fácil, pero el 14 de septiembre de 2015, por fin lo lograron.
¿Por qué es tan importante?
Confirmar la teoría de Einstein nos comprueba que hace 1,300 millones de años, dos hoyos negros —36 y 29 veces más grandes que el Sol— se fusionaron y una masa 3 veces más grande que la del Sol se convirtió en energía en décimas de segundo, la cual afectó el espacio-tiempo.
Esta información también evidencia que los hoyos negros existen —no había pruebas contundentes—. El descubrimiento es la prueba de muchos fenómenos que los científicos sólo teorizaban.
"Haber encontrado las ondas gravitacionales cambiará todo porque no sólo se ha descubierto algo, se abre una puerta a millones de nuevos descubrimientos", dijo el científico LIGO Szabolcs Marka.
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