Hace unos días les platiqué que Samsung lanzó una actualización que permitía que su navegador por default en todos los Galaxy aceptara extensiones capaces de bloquear publicidad. Muy felices los usuarios comenzaron a aprovechar esta opción y fue entonces cuando Google removió la app.
La aplicación en cuestión es Adblock Fast, la cual fue descargada 50,000 veces antes de que desapareciera de la Play Store. Uno de los desarrolladores de Rocketship —la compañía responsable de programarla—, recibió un correo de parte de Google que decía que la extensión violaba la sección 4.4 del acuerdo de distribución para desarrolladores.
Para no hacernos bolas, la sección 4.4 dice que los programadores no pueden construir una app que interfiera con otras aplicaciones instaladas en el smartphone. Google tiene razón, pero la cosa es que Adblock Fast estaba usando la API oficial de Samsung para bloquear los anuncios y muchas otras aplicaciones en la Play Store trabajan así. El hecho de que Google vetara sin escrúpulos el trabajo de Rocketship, deja muy claro que hay un conflicto de intereses.
Debes saber que Google gana una buena cantidad de dinero proveniente de los ads en Internet y no es la primera vez que la compañía bloquea extensiones de este tipo, pues después de un largo periodo de ausencia, Adblock Plus apenas logró regresar a la Play Store.
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