A todos nos pasa: después de comer llega una oleada de sueño que parece imposible de quitar. Para quienes estudian o trabajan por las tardes, es una pesadilla intentar mantener los ojos abiertos después de haber comido generosamente. Científicamente, este fenómeno es llamado marea alcalina —en México es conocido como el mal del puerco— y aquí está la explicación de por qué pasa.
Si tu plato incluye muchos carbohidratos como papas, pan o tortilla, seguramente te costará mantenerte despierto después de comer. Cuando consumes muchos carbohidratos, tu estómago invierte más trabajo en deshacerlos y transformarlos en energía para alimentar tu cuerpo.
Para digerir esos alimentos, tu cuerpo debe producir más ácidos y bicarbonato, por lo que muchos glóbulos rojos se van a trabajar a esa zona de tu cuerpo. Mientras tanto, tu cerebro se queda con poca sangre y le da sueño.
Pero eso no es todo, un estudio de la Universidad de Bonn en Alemania, encontró que las comidas con muchos carbohidratos también tienen alto índice glucémico, o sea, liberan rápidamente azúcar en la sangre. Para absorber toda esa glucosa el cuerpo produce una gran cantidad insulina, la cual deja entrar al cerebro un aminoácido llamado triptófano. Al recibirlo, el cerebro produce mucha serotonina, un neurotransmisor que te hace sentir calma, tranquilidad y sueño.
Aunque hay muchos alimentos con triptófano, sólo cuando se produce por exceso de insulina entra en el cerebro para causar somnolencia. Entonces, si no quieres quedarte dormido frente a tu computadora después de comer, asegúrate de llenar tu plato con verduras y proteína que te den energía para la segunda jornada del día.
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