El trastorno de estrés post-traumático es una condición que muy comúnmente afecta a hombres y mujeres militares que sirven o han servido en el campo de batalla, dejándolos con cicatrices emocionales y perturbados psicológicamente, lo cual puede ser difícil de tratar.

Sin embargo, un estudio reciente publicado en el periódico estadounidense de medicina militar AMSUS, revela que la meditación trascendental juega un papel significativo en el tratamiento y alivio de este tipo de síntomas, ayudando a la persona en cuestión a superar el trauma. El estudio documenta como militares en servicio que sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT) se mantienen en un estado mental de alerta extrema, como lo hacen en el campo de batalla. Este trastorno lleva consigo una variedad de síntomas como: flashbacks angustiantes, ataques de pánico, problemas de sueño y pesadillas.

Los síntomas se manifiestan en los soldados como resultado de un constante estado de alerta extrema mientras luchan por sus vidas durante misiones de combate. Una vez que han dejado este ambiente la mayoría son incapaces de cambiar ese estado mental, frecuentemente resultando en dificultades para re-adaptarse a situaciones de la vida normal fuera de la zona de combate.
Por esta razón, doctores de la clínica de daño cerebral del centro de medicina militar Dwight David Eisenhower han utilizado la meditación trascendental para tratar el TEPT en soldados. Este es un ejercicio mental que logra relajar la mente y como se ha mostrado en otros estudios, genera una variedad de efectos psicológicamente beneficiosos, como disminuir el ritmo cardiaco y el consumo de oxígeno.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores monitorearon el progreso de 74 pacientes de la clínica, de los cuales la mitad practicaron voluntariamente la meditación por 20 minutos al día y tomaron medicina psicoactiva para tratar el TEPT. La otra mitad de los pacientes no meditaron pero si tomaron la medicina psicoactiva.

Después de 1 mes, 83.7% del grupo que meditó logró estabilizarse, reducir o finalizar el consumo del medicamento y sólo 10.9% incrementaron la dosis de la medicina. En contraste, sólo el 59.4% del grupo que no meditó logró reducir, finalizar o mantener los niveles del medicamento, mientras que el 40.5% tuvo que incrementar la dosis.

Los investigadores notaron que después de 6 meses, aquellos que habían practicado la meditación mostraron una disminución en la severidad de los síntomas psicológicos, mientras que los que no meditaron experimentaron un aumento de los síntomas. La diferencia entre los 2 grupos fue del 20.5% al finalizar el periodo de 6 meses.
Siendo que se ha documentado que la meditación trascendental reduce las hormonas de estrés y aumenta la activación del sistema nervioso simpático (no, no es simpático de que sea chistoso) la práctica de la misma permite que los pacientes se relajen y puedan dejar ese continuo estado mental de alerta y agitación extrema.

En resumen, los investigadores declaran que la meditación trascendental debe ser considerada como una modalidad viable en el tratamiento del TEPT en instituciones médicas militares, aunque también reconocen que debido a la naturaleza de este trastorno, identificar el tratamiento y terapia adecuada para cada individuo sigue siendo una tarea complicada.