Para el embajador de Google, Eric Schmidt, es una lástima que la gente en Corea del Norte viva desprovista de Internet y de todas las bonanzas que proporcionan las telecomunicaciones actuales. La ironía es que tras su visita a la nación de Kim Jong-un, el directivo dice haber encontrado indicios de una red sumamente sofisticada, "lo único que falta es subir el interruptor".
Como parte de la investigación para su libro, La nueva era digital: reformando el futuro de la gente, las naciones y los negocios, Schmidt viajó a todo el mundo para verificar el nivel de avance tecnológico en cada región y, de ser posible, aportar algo al progreso. En particular, su expedición a Corea del Norte tenía como fin explicar a los altos mandatarios que la apertura de Internet contribuye a la estabilidad social.
"Es cuestión de arrogancia, estupidez y malas decisiones. Hay literalmente un comando para abrir las puertas del Internet en Corea del Norte" - Eric Schmidt
"Corea del Norte es el último país del mundo que está realmente aislado. Es una nación que sufre por la falta de información. El Internet fue creado para todos, incluidos los norcoreanos. La forma más fácil para que logren crecimiento económico se dará al abrir Internet. Hice mi mejor esfuerzo para convencerlos" explicó Schmidt en entrevista para el periódico The Atlantic.
El dilema es que dentro de las fronteras de aquella nación asiática, las limitantes tecnológicas son muchas y la posibilidad de ganar acceso a Internet -sea libre o controlado- son casi nulas. Reportes de diversas agencias noticiosas señalan que la gente apenas comienza a hacerse de arcaicos teléfonos celulares y algunos reproductores de DVD, pero sólo gracias a medios ilícitos y canales de distribución muy sancionados por el gobierno. Inclusive si los ciudadanos tuvieran los dispositivos necesarios para acceder a la información, una división especializada del ejército filtra cada pieza de contenido y deja pasar sólo aquellas cosas que no atentan contra la soberanía del actual dictador.
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