Al igual que todos los robots del mundo, el BB-8 diseñado por Sphero es vulnerable a hackeos. Por fortuna, el malévolo Sith que quiera robarle la inocencia a tu esférico drone tendría que conseguir un timing perfecto, pues la falla de seguridad no es tan fácil de explotar.
Según los expertos de Pen Test Partner —quienes descubrieron la vulnerabilidad—, el hacker necesita estar dentro del rango Bluetooth de tu BB-8 cuando le actualices el firmware y en ese momento inyectar un código que le dé acceso ilimitado a todas las funciones.
El método es demasiado complejo como para que alguien se tome la molestia, en especial porque no hay nada que pueda hacer BB-8 para dañarte... bueno, casi nada, porque podría ponerse debajo de tu pie para que te resbales —aunque creo que en todo caso se rompería—. Pero fuera de eso no hay forma de usarlo para invadir tu privacidad, ya que no incluye cámaras y tampoco tiene acceso a tu teléfono.
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