La empresa china DJI tiene 70% del mercado mundial de drones y es la creadora del Phantom, un vehículo aéreo no tripulado que ha sido del agrado de aficionados y expertos en la producción audiovisual.
Y después de innovar la manera de fabricar drones, ahora también quieren cambiar la forma de distribuirlos. La idea de DJI es construir tiendas propias a lo largo del planeta, en las que puedan mostrar sus nuevos vehículos y accesorios.
La primera de estas tiendas acaba de abrir sus puertas en Shenzhen, ciudad sede de la compañía. Se trata de un centro con 800 metros cuadrados en los que sus visitantes podrán disfrutar de algo más que de drones en cajas, ya que cuenta con una zona diseñada para probar los dispositivos. Todo esto en una construcción con diseños modernos y cuyo fachada fácilmente podría confundirse con un museo.
En las últimas semanas DJI ha estado muy activa, y mostró su sistema de grabación de mano con estabilización, bautizado como Osmo, nos enseñó que podíamos mandar computadoras a las alturas con Mainfold, e incluso nos presentó un dron ideado para trabajar como agricultor.
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