La obsesión con la belleza y una imagen perfecta está llegando a niveles estratosféricos de ridiculez. Aunque sobran ejemplos, la historia de Anastasia Reskoss y su novio, Quentin Dehar, es un testamento de que el exceso puede terminar en algo que se ve repulsivo y artificial.
Ellos se conocieron en 2013 y desde entonces han gastado más de $300,000 dólares en 15 procedimientos —cada uno— para cambiar completamente su apariencia.
Ambos dicen que están obsesionados con las muñecas Barbie desde que eran niños y que llegar a la edad adulta fue parte de cumplir su sueño: convertirse en la viva imagen de Barbie y Ken.
"Queremos pasar el resto de nuestras vidas transformándonos en las muñecas que tanto amamos."
Para llevar tan poco tiempo de cirugías, los 2 ya se ven muy diferentes de como eran hace un par de años.
Y eso que apenas tienen 20 años...
"Nuestra familia ya no nos dice por nuestros nombres, prefieren llamarnos Barbie y Ken." Y para hacerlo oficial, ya hasta comenzaron el papeleo legal para cambiarse el nombre a "Ken" y "Barbie Doll".
Quentin ha documentado todo el proceso en su perfil de Instagram.
Y al parecer ha sido algo muy doloroso.
Él dice que ha valido la pena, porque comienza a parecerse a Ken —sí, ajá—.
El siguiente paso en este viaje fantástico de bisturís y botox serán más modificaciones —¡obvio! —.
Anastasia quiere cambiar la forma de sus orejas, agrandarse los senos y removerse las bolsas de los ojos, mientras que Quentin "necesita" implantes para los pectorales.
¡Larga vida a lo increiblemente sexy del silicón, el botox y las cirugías plásticas!
O mejor sólo que muera. Para siempre.
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