Después de que todo el mundo vio el nuevo trailer de Star Wars VII: The Force Awakens, las opiniones y críticas se hicieron presentes —porque todo mundo es un crítico—. Tal ha sido la reacción de las personas ante el nuevo protagonista de origen británico-nigeriano, que se ha creado una campaña en contra del actor en Twitter y hasta planean boicotear la película —obvio eso no va a pasar—.

Y es que estamos a 2 meses de presenciar la nueva película que definirá una nueva saga en el universo Star Wars, y que también le dará el visto bueno o malo a J.J. Abrams como director de la franquicia más poderosa del mundo. Ante tantos cambios con la franquicia, era de esperarse que a muchos fans no les iban a gustar ciertas cosas. Pero parece que Disney no imaginó la magnitud del descontento que causaría el actor John Boyega, el papel que interpreta y el hecho que es el nuevo jedi —me dolió escribir eso— de la saga. Irónico, yo creía que las protestas iban a ser porque Luke aún no aparece en los trailers.

La polémica ni siquiera se debe a que el tipo sea mal actor o no sea tan agraciado. El problema, según todos estos haters, es su color de piel. Al parecer querían a un güero al estilo Luke Skywalker que representará al estereotipo estadounidense —seamos realistas desde 2009 Obama es la imagen del sueño americano—. Por más que quieran no pueden aceptar a un protagonista de raza negra; habrían preferido un ewok en todo caso. La inclusión de John Boyega en el filme se la atribuyen al origen judío de J.J. Abrams, quien busca mayor diversidad en las nuevas películas de Star Wars. Quizá el único pecado de Boyega ha sido el de aparecer en todas las escenas de los trailers con su rostro de espanto.

La campaña ha inundado todo Twitter con comentarios como: “propaganda anti blanca", "los niños blancos merecen películas sanas”, “no gasten su dinero gente blanca, los mejores días de la franquicia fueron en el pasado”, y “Abrams arruina todo lo que toca, predecible comportamiento de un judío”, entre otras. Sin duda estos usuarios están muy furiosos, a tal grado de querer boicotear la película el día de su estreno. Se sienten los nazis del mundo Star Wars que tienen la misión de purificar la saga, y llevarla a sus días pasados de gloria.

Any of you guys want your daughters breeding with black Stormtroopers? No? didn't think so.#BoycottStarWarsVII

— Negromancer (@Negromancer_616) October 19, 2015

Save your money white people. Everyone knows the best days of the franchise are behind them.#boycottstarwarsvii

— Post American White (@OnToSomethingNu) October 19, 2015

Todos estos fanáticos extremistas han olvidado 2 cosas muy importantes. No es la primera vez que un actor de piel negra aparece en la saga. En la primer trilogía de los 70, para ser más exacto en Star Wars V y VI , se nos presentó a Lando Calrissian interpretado por Billy Dee William, recordado por haber traicionado al entonces joven Han Solo. Por otra parte en la trilogía que dio comienzo a finales de los 90, el famoso actor —mother f*cker— Samuel L. Jackson interpretó al sabio jedi del consejo Mace Windu con su inolvidable sable color violeta.

La conclusión a la que he llegado, y espero ustedes también, es que a algunos no les molesta que una persona con ascendencia africana aparezca en los filmes, siempre y cuando no sea el protagonista. Vamos gente, no soy racista ni algo por el estilo, pero yo me incluyo dentro de los que esperaba a un protagonista muy a la Skywalker con cabello largo y sedoso, ojos verdes —ok, me malviajé—.

Star Wars VII: The Force Awakens representa un giro a toda la concepción construida que teníamos del mundo creado por George Lucas, esta película es un renacer, una puerta que se abre a nuevas posibilidades. No despreciemos el producto sin antes verlo, démosle una oportunidad a Star Wars VII, tal y como se la dimos al buen Jar Jar Binks.