Ayer, martes 22 de septiembre, fue la última transmisión de 2 de los programas de radio más escuchados de 90.9, estación de la Universidad Ibero. El Triste Turno, conducido por Antonio Espinoza, Korno, (@Korno), Leonardo Arriaga, Leo, (@Radiohen) y Jimo Stephano (@jimostenes) y El Resplandor 90.9, conducido por Javier Risco (@jrisco), Rodrigo Casarín (@rocasarin), Javier Cuadros (@cuadros), Jazz Basurto (@jazzbasurto) y Marion Reimers (@LaReimers) se despidieron para siempre de la estación y sus radio escuchas.
¿Qué pasó? ¿Por qué de un día a otro se acabaron los programas? Como en todas las historias hay 2 versiones de lo sucedido.
La estación emitió un comunicado explicando que ellos no decidieron que los programas salieran así del aire, sino que se plantearon cambios a los locutores del Triste Turno, los cuales no quisieron aceptar y como parte de una protesta a las nuevas condiciones, los locutores decidieron terminar la transmisión de inmediato, pese al acuerdo de mantenerlo por 1 mes más.
Haz click aquí para leer el comunicado completo.
La estación les quitó una hora de programa para hacer un especial del terremoto del 85, pero cuando eso terminó y los locutores quisieron regresar a sus 2 horas de siempre, la estación no se los permitió y más bien les dijeron que así funcionaría de ahora en adelante, a lo cual los locutores no accedieron y pidieron que se les regresaran sus 2 horas de transmisión. La estación no aceptó y más bien les dieron hasta octubre para finalizar el programa, pero los locutores decidieron que era mejor terminarlo de una vez y no aplazarlo más, ya que como dijo Korno en una entrevista para Animal Político: “Triste Turno no estaba considerado para 2016, de alguna manera u otra que como fuera el programa se iba a ir.”
La salida del Triste Turno ha ocasionado muchas reacciones, entre las cuales se encuentra la de los locutores de El Resplandor. Ellos decidieron terminar el programa en solidaridad con sus compañeros y en protesta a los términos de la estación, la cual a los ojos de los locutores obró de manera deshonesta y torcida. Javier Risco aclaró que no podían quedarse con los brazos cruzados al ver por lo que estaban pasando sus compañeros y no comparten las decisiones ni el nuevo camino que está tomando la estación.
Parece ser que todo empezó con una conferencia de prensa que dio Agustín Peña, director de contenidos de la estación, en la que habla de corrupción y mafias dentro de la estación y acusa a sus compañeros de beneficiarse de los patrocinios de Radio Ibero. diciendo que los locutores sólo se comprometían con su trabajo a cambio de regalos de las marcas. Obviamente él no se incluye y dice que está libre de pecado, sin mencionar que él ha sido beneficiado de forma directa de dichos patrocinios. Cabe aclarar que los locutores del Triste Turno nunca recibieron un sueldo, lo hacían por amor al arte. Korno descartó que la decisión de dejar la estación se debiera a algo relacionado con la libertad de expresión y más bien se centró en que el cambio de administración de Radio Ibero no ha sido bueno y comentó que llevan meses en desacuerdo con los locutores, así como con las decisiones y planes que se tienen para el futuro de la estación. Al parecer para febrero de 2016, la estación desaparecerá como la conocemos. Nadie sabe exactamente qué cambios habrán y como se manejará ahora la estación.
Leo Arriaga dijo en su último programa: “Siempre hemos sido y esto lo digo abiertamente, porque así ha sido, siempre hemos sido una piedrita en el zapato para muchas personas dentro de Ibero 90.9 y dentro de la Universidad Iberoamericana.” Haz clic aquí para ver el video del último programa del Triste Turno. Y clic aquí para seguirlos en Facebook.
Para muchos es una semana triste, el final de una etapa que marcó sus mañanas y sus tardes en el tráfico. Debo aceptar que nunca fui muy fan del Triste Turno, pero sí siento su salida y reconozco que era un programa que contenía buena música y que era de los pocos espacios alternativos en México. Espero que puedan llevar el espacio tan peculiar que tenían a otra estación.
En cuanto a El Resplandor, ése sí me duele más y extrañaré reírme de sus tonterías en las mañanas, sus tips para cosas que hacer en la ciudad y el buen gusto musical con el que siempre nos deleitaron.
Lo que más me duele de despedirme de estos 2 programas, no es tanto el decirle adiós a los locutores, si no la falta de este tipo de espacios y de música diferente en la radio mexicana. Me duele ver cómo nos vamos quedando sin los pocos foros de expresión y de música alternativa que tanta falta le hace a este país. Me duele ver como una universidad que se pavonea y presume de ser un lugar para que los jóvenes puedan expresarse y tener un espacio diferente, termina relaciones de esta manera.
Una vez más somos testigos de la hipocresía de las instituciones mexicanas.
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