Cuando tomas una Coca helada en un día muy caluroso —y resulta que es de tus bebidas favoritas—, tu ánimo se levanta, tu cabeza deja de dar vueltas y hasta parece que recibes una amorosa patada de energía, pero en el interior de tu cuerpo suceden cosas un poco menos felices. Según Niraj Naik, quien se autonombra El Farmacéutico Renegado, la euforia provocada por el golpe de azúcar se convierte en irritabilidad y deterioro para el organismo después de sólo 60 minutos.
Para simplificar las cosas, Naik hizo esta infografía, que detalla los efectos graduales de tomar Coca-Cola:
- Los primeros 10 minutos: 10 cucharas de azúcar entran en tu sistema (100% de lo que se recomienda ingerir al día). Gracias a que el ácido fosfórico calma las cosas, no vomitas al instante por causa de la abrumadora ingestión de dulzura.
- 20 minutos: el azúcar en tu sangre se dispara y causa un golpe de insulina. Tu hígado responde al convertir toda el azúcar a su alcance en grasas (y hay mucha azúcar en ese preciso momento).
- 40 minutos: se completa la absorción de cafeína. Tus pupilas se dilatan, tu presión arterial se eleva y como forma de respuesta a esta situación, el hígado envía más azúcar a tu torrente sanguíneo. Los receptores de adenosina en tu cerebro se bloquean, lo que previene la somnolencia.
- 45 minutos: tu cuerpo eleva la producción de dopamina, lo que estimula los centros de placer del cerebro. Por cierto, la heroína (la droga) trabaja del mismo modo.
- Poco antes de 60 minutos: el ácido fosfórico envía el calcio, el magnesio y el zinc a la parte baja de tu intestino, lo que provoca un salto adicional de metabolismo. A esto se suma que las altas dosis de azúcar y endulzantes artificiales incrementan la excreción urinaria de calcio.
- 60 minutos: las propiedades diuréticas de la cafeína se activan (tienes que ir a orinar). Ahora es seguro que evacuarás el calcio, el magnesio y el zinc que estaban destinados para tus huesos, así como el sodio, los electrolitos y el agua.
- Después de 60 minutos: la euforia en tu interior se acaba y comienzas a tener un bajón de azúcar. Podrías experimentar irritabilidad o cierta pereza. También acabas de, literalmente, orinar toda el agua que tenía la Coca, pero no sin antes dejar que se llevara los valiosos nutrientes que podría usar tu cuerpo para hidratarse o reforzar tus huesos y dientes.
Como siempre, el tema da pie a mucha discusión y de hecho, los comentarios de la gente donde apareció esta gráfica ya se convirtieron en un campo de batalla con posturas muy diferentes. Hay quienes desmienten que la secreción de calcio sea tan rápida y que, si acaso, el porcentaje es mínimo. Por otra parte, algunos expertos en farmacéutica dicen que la Coca no tiene suficientes estimulantes capaces de disparar la adrenalina al punto de dilatar las pupilas (34 mg), a diferencia de una taza de café americano regular (200 mg).
Aunque esta infografía carece de referencias a estudios e investigaciones formales —y por eso la atacan tanto—, es un hecho que el consumo constante de azúcares y endulzantes artificiales afecta de manera muy negativa a la salud, además de ser uno de los factores principales para subir de peso. Tal vez no se te caerán los dientes —hay quien dice que sí, otros dicen que no—, pero si quieres estar más delgado, debes reducir el consumo de bebidas dulces, incluyendo las que tienen fructuosa. En pocas palabras, la Coca-Cola no es la única culpable.
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