Si intentas describir lo que significa imprimir en 3D, no puedes dejar pasar la oportunidad de incluir un poco de ciencia ficción. "Sólo metes el diseño a la computadora y pues... la impresora lo hace y listo, sin complicaciones". Para mí, la impresión 3D es el inicio de lo que podría convertirse en el replicador de Star Trek.
Pero pienso que aún le falta algo clave a la impresión 3D, me refiero a la posibilidad de que sea fácil aplicar color en las diferentes capas que conforman tu objeto. Existen impresoras de uso industrial que lo hacen, pero hasta ahora no hay ninguna para el consumidor que lo haga de una manera fácil y rápida. Para dar vida a tus juguetes impresos, tenías que aprender a pintar con técnicas de modelismo o simplemente conformarte y dejar tu creación con un aburrido color.
Eso se acabó gracias a la investigación que los estudiantes de la Universidad de Zheijiang están realizando. El proceso de impresión hidrográfico usa una delgada capa de plástico PVA, varios motores como los que ya utiliza tu impresora 3D y un sistema de visión tridimensional —mejor conocido como Kinect de Xbox— para simular la distorsión que ocurre con la inmersión hidrográfica. Es más sencillo ver el video para entender cómo el diseño 2D se adhiere a las curvas y pliegues del objeto para crear colores y texturas 3D.
La tecnología me parece increíble y no puedo esperar a que se masifique para poder comprar un combo de impresoras.
Fuente: Wired
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