Siempre hay mucha expectativa acerca de lo que Apple está desarrollando y con frecuencia eso se traduce en incontables rumores, los cuales van de ideas con mucho sentido, a conceptos sumamente fantasiosos. Pero aunque no está mal que dejemos volar la imaginación, la compañía no toma a la ligera la creación de sus nuevos productos y contrario de simplemente reaccionar frente a los constantes cambios de sus competidores —como a veces le sucede a Samsung—, se apega a una serie de reglas muy estrictas antes de convertir un prototipo en un dispositivo real.
En una entrevista para Fast Company, Tim Cook habló acerca de los desafíos que debió enfrentar Apple durante el desarrollo del Apple Watch y uno de los más interesantes es que el reloj estuvo a punto de ser cancelado, pues su concepto no era tan revolucionario. De acuerdo con el director general de Apple, cada producto que desarrolla su empresa tiene que contestar positivamente las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son las tecnologías que darán forma al producto?
- ¿Qué tiene Apple para ofrecer en esa categoría?
- ¿Se puede hacer una contribución significativa a la sociedad con este producto?
Si la propuesta no es capaz de responder esas interrogantes, Apple prefiere dejar el proyecto a un lado y continuar con el siguiente. Ahora bien, Cook explica a veces la gente no puede entender desde el inicio la verdadera utilidad de sus productos y pone de ejemplo que el iPad fue muy criticado tras el lanzamiento, pero que fue hasta que pasaron varios meses que los detractores reconocieron la relevancia de la tablet.
"Lo mismo pasó con el iPod. En ese entonces generó expectativas mínimas, además de que nos criticaban por el precio. Al poco tiempo se volvió un fenómeno global y aquellos que se quejaban, reconocieron su error.", expresó Cook, agregando que en su opinión el Apple Watch tendrá la misma suerte, al ser considerado un producto revolucionario dentro de un par de años.
Fuente: Fast Company
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