De acuerdo con el testimonio del agente especial del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos, Gary Alford, quien investiga los correos electrónicos y dispositivos de Ross Ulbricht, presunto administrador de Silk Road ―sitio que facilitaba el intercambio de armas y droga entre sus usuarios―, el acusado y sus colaboradores gastaron millones de dólares para evitar que la página clandestina cayera en manos de hackers o fuera víctima de malware.
Según evidencia presentada en la corte federal de Manhattan el miércoles 28 de febrero, Silk Road sufrió en 2012 y 2013, varios intentos de extorsión por parte de hackers para exponer sus vulnerabilidades o entregar a los administradores a la policía. Los directivos del sitio no repararon en gastos para acabar con las amenazas.
Alford incluso mostró al tribunal un mail anónimo dirigido a Silk Road donde se pedían $5000 USD para no dar a conocer las debilidades del sitio y $15,000 USD para revelar a los administradores cómo deshacerse de las vulnerabilidades expuestas.
Otra evidencia reveló una conversación entre Ulbricht, un colaborador y un hacker llamado Dread Pirate Roberts, donde las partes confirmaban el pago de una extorsión. Además, en abril de 2013 la página recibió una nueva amenaza anónima que aseguraba poder atacar con una denegación de servicio (Distributed Denial of Service o DDoS), lo cual hubiera tirado por completo a Silk Road.
La implicación de Ulbricht en estas conversaciones podría refutar el argumento de su abogado, quien asegura que no es él a quien buscan; sin embargo, es evidente que había una relación directa entre el acusado y los extorsionistas, pues era el encargado de tratar con ellos.
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