La Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un reporte en el que pide a las autoridades regular la venta y el uso de los cigarros electrónicos, también conocidos como e-cigarettes o e-cigs. El reporte revela que, aunque no existen estudios concluyentes sobre los efectos del uso de los e-cigs, el vapor emitido por estos presenta mayor riesgo de ingesta de nicotina de segunda mano que el humo de un cigarro normal.
De cualquier manera, la OMS asegura que es mejor fumar cigarros electrónicos que un cigarro o puro tradicional, al menos en los países que cuentan con programas eficaces para reducir la ingesta de humo de tabaco. Lo interesante es que tampoco existen estudios concluyentes que demuestren que un cigarro electrónico es un buen apoyo para dejar de fumar.
En nuestras oficinas hay personas que fuman cigarrillos electrónicos y todos lo hacen por razones distintas: uno de ellos comenzó a fumar cigarrillos electrónicos para sustituir los cigarros tradicionales y después de invertir varios miles de pesos en vaporizadores, volvió a fumar y ahora combina los 2 hábitos; otros 3 lograron dejar el cigarro y siguen con dosis relativamente bajas de nicotina; sin embargo, hay otro que ya no fumaba y, por alguna razón, adquirió un cigarro electrónico y empezó a ingerir nicotina de nuevo.
Por el momento, los e-cigarettes no están regulados en nuestro país ―ni en muchos otros―, sin embargo, la recomendación de la OMS podría poner a girar los engranes, eventualmente, aunque todavía será necesario investigar para demostrar si la tecnología es realmente más sana y si ayuda a reducir la dependencia hacia el tabaco.
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