Singapur reveló que tiene planes para convertirse en la primera nación inteligente del mundo. Para lograrlo, el país oriental desplegará una red de dispositivos de control interconectados por una red de fibra óptica que le permitirán operar sensores que detectarán contaminantes en el aire, lluvia, embotellamientos, estado de los botes de basura en las calles e incluso personas que tiren basura. Estos dispositivos serán tan abundantes como los semáforos o las paradas de autobuses.
Las primeras pruebas de este plan se llevarán a cabo en el distrito de Jurong, una nueva zona urbana ubicada cerca de la capital del país. Un detalle interesante es que el gobierno de Singapur comenzó a asentar los cimientos del programa desde hace tiempo, por ejemplo, la mayor parte de los hogares cuenta con conexión a Internet de fibra óptica, con velocidad de hasta 1 Gbps, similar a la ofrecida por Google Fiber, con precios bajos y accesibles (aproximadamente en $40 USD).
Una de las características más interesantes del plan es que los dispositivos de control que mencionamos serán utilizados para ofrecer hotspots Wi-Fi en las calles de las ciudades, lo que creará una red heterogénea, de manera que los dispositivos móviles de los ciudadanos puedan pasar de la red móvil del usuario a la Wi-Fi ofrecida por la ciudad de manera sencilla y rápida. Por otro lado, el plan también incluye la creación de redes Súper Wi-Fi que incorporan mayor rango de operación y consumen menor cantidad de energía, en comparación con las redes tradicionales.
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