El periódico The New York Times reveló hoy que la mayor parte de la información de 40 millones de tarjetas de crédito y débito que fueron robadas por hackers, quienes accedieron de manera ilegal a la base de datos de la cadena de tiendas Target, se filtró al mercado negro.
Según Brian Krebs, experto en seguridad, los criminales venden este tipo de información a gente que la utiliza para crear tarjetas de crédito falsas o para comprar en línea. Aparentemente, este tipo de transacción va desde cantidades menores a $1 USD y alcanza hasta $100 USD, dependiendo del límite de crédito de la tarjeta en cuestión.
Por su parte, Target lanzó un comunicado en el que asegura a sus clientes que no deberán hacerse responsables por cualquier fraude cometido con sus tarjetas de crédito, y afirmó que no hay indicaciones de que los hackers hayan obtenido el PIN y los dígitos de seguridad CVV de las tarjetas robadas. Posteriormente, la cadena de tiendas ofreció 10% de descuento en compras hechas dentro de sus tiendas, como un gesto de buena voluntad hacia sus clientes en general.
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