El relevo generacional de Facebook

La red social se queda sin jóvenes... pero no sin vida

¿Podrá Facebook mantener el interés de las audiencias jóvenes?
¿Podrá Facebook mantener el interés de las audiencias jóvenes?

La revista Time publicó hace un par de días un artículo sobre el futuro de Facebook. Después de preguntar a decenas de jóvenes sobre la red social, la publicación concluyó que las nuevas generaciones se están alejando del servicio por varias razones, pero la preponderante es que comienza a llenarse de adultos.

Revisemos su historia. En sus inicios, era un servicio enfocado en los universitarios; el registro se permitía únicamente si se proporcionaba la dirección oficial de la institución en que se estuviera inscrito. Yo entré por invitación de una amiga en intercambio en abril de 2006, cuando en México solamente podían ingresar ciertas universidades privadas.

Facebook se llena de adultos: los jóvenes que iniciaron con la red social hace 6 años están creciendo

En septiembre de 2006, Facebook decidió abrir el acceso a cualquier persona mayor de 13 años de edad. Esto provocó reacciones negativas, pues, hasta entonces, era un espacio destinado a un tipo de usuario particular. Recuerdo la batalla entre éste y MySpace, incluso hubo artículos que comparaban el perfil de usuarios de cada red. En 2007, se decía que el primero era "para atletas y populares", mientras que el segundo lo usaban "punks, emos, artistas y alternativos". Cualquier semejanza con las comparativas que hoy se hacen entre la red que nos atañe, Twitter, Tumblr, Pinterest y otros, es mera coincidencia.

Aquella apertura no mató a la creación de Zuckerberg. Al contrario, la fortaleció al grado de convertirla en el segundo sitio con más tráfico en el mundo, en el Big Brother global. A la fecha, sigue en pie: ni las acusaciones de violaciones de privacidad, ni las reglas de propiedad intelectual, ni la tambaleante salida a la Bolsa la han destruido. Sin embargo, ahora que viene un recambio generacional, el temor de nuevo está presente. Si por alguna razón aún no vemos un éxodo de nuevos usuarios es porque, como señala Time, en estos días no tener una cuenta en esta red social te convierte en un relegado del mundo digital.

Años atrás, parecía que Facebook perdería relevancia ante la aparición de nuevas redes sociales, pero el usuario demostró ser capaz de mantenerse al tanto de una gran cantidad de comunidades
Años atrás, parecía que Facebook perdería relevancia ante la aparición de nuevas redes sociales, pero el usuario demostró ser capaz de mantenerse al tanto de una gran cantidad de comunidades

Los profetas señalan a la invasión de padres, tías y familiares como la causa del abandono de Facebook para los más jóvenes, pero no es para dramatizar. Es cierto que las redes sociales son consideradas un espacio de libertad digital, donde el usuario puede presentar facetas de su personalidad que no muestra en una interacción real. En algunos casos, el uso se vuelve teatral, pues éste representa a un personaje con el que difícilmente tiene conexión. Es la maravilla del anonimato. Por algo, 10% de las cuentas no son de personas, sino de marcas, mascotas u objetos; un número interesante si consideramos que cuenta con más de 1000 millones de usuarios alrededor del mundo.

La mayoría de los usuarios emplea la interacción en línea para desdoblar su personalidad y extender los límites de su propio ser. Como diría McLuhan, es una extensión de la conciencia. Curiosamente, a las empresas de tecnología no les agrada demasiado este anonimato. Google, por ejemplo, intentó con Google+ que los usuarios siempre usaran su nombre real, sin permitir seudónimos. Facebook también tiene esta política, aunque, a decir verdad, poca gente la sigue.

Facebook busca trascender fuera del plano digital con servicios de pago y de regalos, pero con poco éxito
Facebook busca trascender fuera del plano digital con servicios de pago y de regalos, pero con poco éxito

Por otro lado, está ese deseo por trascender las limitaciones (sociales, geográficas, culturales) al usar estos espacios. En teoría, en una red social es más inofensivo hacer ciertas afirmaciones que decirlas cara a cara. Sin embargo, cuando dicha red conecta de manera más estrecha con el plano real inmediato (en el momento en que la actividad digital incide en el mundo físico), entonces las palabras cobran fuerza. Para decirlo de forma sencilla: no es lo mismo publicar que odio la sopa de verduras de mi mamá sabiendo que no lo leerá, que hacerlo cuando hay alguien que pueda decirle, o peor aún, si existe la posibilidad de que lo lea.

Facebook nació como un espacio de interacción entre personas que, de uno u otro modo, tenían una relación en el mundo real ―de ahí la crítica al término "amigos"―, pero en la práctica se convirtió en un lugar de catarsis, de experimentación. Sin embargo, al perderse esa capacidad de anonimato, empezaron los problemas. El primero, fue una corriente de quejas respecto a tener al jefe o a los colegas del trabajo. Después, aparecieron los roces en la escuela entre profesores y alumnos; conozco casos de maestros que fueron despedidos por publicar algo polémico. Actualmente, el conflicto está en incluir a la familia dentro de los contactos, situación que parte de la masificación de la red social.

Ni las acusaciones de violación de privacidad son suficientes para desacreditar a la red social, pues ésta  mantiene su posición como la más popular
Ni las acusaciones de violación de privacidad son suficientes para desacreditar a la red social, pues ésta mantiene su posición como la más popular

Podríamos pensar que lo anterior basta para desalentar a los jóvenes. Es cierto en alguna medida. El argumento de muchas personas para no utilizarlo son los conflictos potenciales en diferentes ámbitos de la vida. A simple vista, eso parece indicar la muerte de la red en un plazo no muy largo. Hay quienes apuntan a que ocurrirá en 5 años y terminará como MySpace. Lamento diferir. Hasta ahora, la red social se transforma constantemente (¿o publicamos lo mismo hoy que hace 2 o 3 años?) y eso seguirá ocurriendo.

Imaginen a alguien que se registró en 2006 a los 13 años de edad; actualmente tendrá 20. Piensen en un universitario (mi caso) que ingresó ese mismo año; hoy tiene 27, terminó de estudiar y ya trabaja. Visualicemos a otro individuo que entró también en 2006 pero cuando tenía 25; ya es una persona de 32 años, quizá con familia. En comparación, la vida de MySpace fue muy corta. Estuvo en el Olimpo de 2005 a 2008 y sus usuarios pertenecían a un grupo muy definido (15 a 25 años, por ejemplo). No tuvo tiempo para trascender ni de ser parte de la cotidianidad.

Home fue el intento de Facebook para enamorar nuevamente a los jóvenes; no funcionó
Home fue el intento de Facebook para enamorar nuevamente a los jóvenes; no funcionó

En Facebook, muchos ingresamos como adolescentes y lo mantenemos como adultos. Oh, oh, sí: somos los que asustan a los jóvenes. Es normal. Para ellos es un espacio hecho, para muchos usuarios en el rango de los 20 a los 40, creció con ellos.

No niego que este espacio social pueda morir, sin embargo no pienso que lo haga pronto, pues para buena parte de ese millardo de personas afiliadas, la curva de aprendizaje para ingresar en otro fenómeno social es más amplia. Tendría que darse otra rápida adopción de jóvenes para que nuestro sector se sintiera atraído (como ocurrió, por ejemplo, entre 2008 y 2010 con Twitter) y aún así, dudaría de que eso implicara abandonarlo; de hecho, la mayoría tiene cuentas en ambos.

Quizá, lo que suceda sea un desplazamiento demográfico; es decir, que Facebook empiece a concentrar un mayor porcentaje de adultos que de jóvenes. O tal vez, la costumbre se siga imponiendo y "obligue" a las nuevas generaciones a tener una cuenta en la red social por protocolo, como tener LinkedIn sólo por el requisito social. Lo más probable es que las cosas sigan cambiando hacia una comunicación más limitada por las reglas del mundo físico (como no hablar mal del jefe o quejarse de la tía que ronca), pero eso únicamente implica una mutación, un dinamismo propio y deseable de los servicios en la red.

No hay que preocuparse, su muerte no está cerca; quizá tenga que crecer y ponerse un poco más serio, como sucedió con los primeros usuarios. Nadie escapa al ciclo de la vida, ¿no es cierto?

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