La mayoría de las veces es muy fácil distinguir la ficción de lo real. Si ves a alguien disfrazado de vikingo caminando por la calle, obvio no creerás que viajó en el tiempo y es más, sin importar lo imponente que se vea el tipo, tampoco pensarás que se trata de Thor. Pero, ¿qué pasa cuando no tienes tiempo de reaccionar? A estas personas les pasó justo eso, aunque hubieran querido ver a un gigante nórdico en lugar de lo que les esperaba en el elevador.
Ellas aprendieron que no todas las niñas con una muñeca son adorables.
Y que a veces es mejor bajar del elevador justo cuando llega el peligro.
Pero a veces, simplemente no hay dónde esconderse.
En especial cuando estás encerrado.
Aunque al final, no deja de ser una broma un poco pasada de tono.
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