El concepto de smartwatch no es nada nuevo; de hecho, desde la década de los 80 se ha tratado de popularizar la idea de que puedes llevar control de tu vida digital desde la diminuta pantalla de un reloj. En aquella época, el legendario Databank CD-40 era el sello característico de Steve Wozniak, mientras que el exitoso RC-1000 de Seiko causaba furor entre los más apasionados amantes de la tecnología. Pero nuestra vida digital es muy diferente que la de hace 30 años, tan sólo porque siempre estamos conectados a Internet —además de que los gadgets ya no tiene el estigma de ser exclusivos de los geeks— y en consecuencia, hace falta una solución equivalente mucho más sofisticada. La respuesta es una nueva oleada de relojes inteligentes provenientes de diversas partes del planeta y de toda clase de fabricantes, muchos muy interesantes, pero sólo algunos realmente efectivos. Así, ahora que Apple al fin se sumó a la tendencia y que inició la guerra genuina de la tecnología portable, es buen momento para definir cuál de las mejores propuestas de la actualidad es la que más conviene: el Apple Watch, el Moto 360 o el Gear S.
Diseño
No importa qué tantos expertos de la moda, diseñadores de gran renombre y artistas conceptuales estén involucrados en la creación de un reloj inteligente, es casi imposible concretar un diseño universal, por la simple razón de que cada persona tiene gustos diferentes. Considerando esas complicaciones de desarrollo, es entendible que Motorola, Samsung y Apple apostaran por un estilo propio, en lugar de apelar al grueso de la población. En todo caso, el Apple Watch es la propuesta más conservadora —algo desconcertante si tomamos en cuenta la tradición innovadora de Apple—, pues ofrece un formato rectangular poco estilizado y con acabados curvos; mientras tanto, el Moto 360 trata de atraer a una mayor cantidad de gente con su aspecto de reloj clásico y carátula redonda. Por último, el Gear S es un híbrido entre accesorio de moda y tecnología con tintes futuristas, que aun si se parece al delicado Gear Fit, luce llamativo e interesante.
Lo cierto es que los materiales de fabricación cambian radicalmente entre los 3 smartwatches. El Gear S sigue la tendencia de todos los productos portátiles de Samsung, al estar fabricado con plástico y en el extremo contrario, el Moto 360 utiliza acero inoxidable. Por otra parte, el Apple Watch está basado en una aleación de aluminio, en el caso de los modelos básicos, y hasta oro de 18 quilates en su edición más sofisticada. El problema con el dispositivo de Apple es que al parecer no tiene certificación IP, así que no será resistente al agua, un atributo que ya es estándar en casi todos los relojes inteligentes. A cambio, Apple ofrece 2 alternativas de tamaño, una ligeramente más pequeña que el promedio, con aproximadamente 1.33" de pantalla y otra, de mayor tamaño.
Una cualidad interesante del Apple Watch es que su perilla lateral facilita el uso de ciertas funciones, que de otro modo costaría trabajo emplear por medio de la pantalla táctil; a decir verdad, la corona es una de las características más llamativas, pues presenta un método de interacción original y útil. El botón físico del Moto 360 y del Gear S funciona igual que el Home de un teléfono, sólo te lleva a la pantalla de inicio. Algo que da ventaja a Samsung frente a Apple y Motorola es que la estructura curva de su reloj podría resultar más cómoda a largo plazo, al ajustarse de manera natural a la muñeca.
Personalización
Queda claro que cada uno de estos smartwatches encontrará su nicho, pero aunque la estética del Apple Watch no es tan inspiradora, tiene más probabilidades de triunfar, ya que ofrece acceso a muchas más opciones de personalización. Centenares, de hecho. El cuerpo base no cambia, lo que limita un poco la identidad personal, dado que a algunos individuos les desagradará tener un bloque redondeado en el brazo; sin embargo, hay incontables alternativas para la correa, desde piel natural, pasando por una gran variedad de polímeros hasta sofisticados metales. El diseño de los extensibles también es muy diverso, no sólo los materiales con los que están construidos. En teoría, habrá un Apple Watch para cada tipo de persona, sea un ejecutivo, un estudiante, un deportista, una ama de casa, etc. Tanto el Moto 360 como el Gear S estarán disponibles únicamente en 2 colores, ambos con opciones muy sobrias: blanco, gris o negro. Motorola permite elegir entre correa de caucho, piel de carnero o acero inoxidable.
Pantalla
La función principal de un smartwatch, al igual que con los relojes tradicionales, debe estar basada en la medición del tiempo o, dicho de otro modo, que en cada ocasión que mires la pantalla puedas ver la hora del día y la fecha sin mayor complicación. En ese aspecto, no hay demasiadas diferencias, pues todos presentan la información básica con muy versátiles carátulas. Pero el beneficio adicional radica en lo que sucede cuando realizas ciertos movimientos; por ejemplo, el Apple Watch tiene una sección de nombre Glances que despliega contenido relevante (eventos del calendario, datos del clima, noticias de lo que te gusta) en un formato dinámico que demanda apenas un par de segundos de atención. Aparentemente, cualquier desarrollador podrá tomar ventaja de la característica, bajo la condición de que sus apps se ajusten al formato de espacio limitado y brevedad.
Los relojes con Android Wear, incluido el Moto 360, estarán limitados a la información que recomienda Google Now en la pantalla inicial, dejando fuera a los desarrolladores. Es incierto si Google involucrará a las apps de terceros, pero al menos queda la certeza de que la inteligencia artificial detrás de Now trata de mostrar lo que necesitas, antes de que lo necesites, sin que debas hacer mucho para que suceda.
Ahora bien, es difícil comparar la forma de los relojes y las ventajas de cada tipo de pantalla. Por un lado, el área circular podría dar pie a una experiencia novedosa, aunque para ello la presentación de la interfaz y las aplicaciones debe aprovechar completamente el espacio; de otro modo está el riesgo de que el acomodo sea engañoso y siga la línea de un rectángulo, dentro de una forma circular. Por ahora, las 3 pantallas lucen convincentes, debido a que tienen buena resolución, además de que despliegan colores vívidos y contrastes profundos.
En términos de protección, el Gear S y el Moto 360 utilizan Gorilla Glass 3, mientras que el Apple Watch se vale de zafiro o cristal Ion-X —dependiendo del modelo—. Hasta que no estén disponibles a la venta, será complicado encontrar el punto de comparación de durabilidad y resistencia contra impactos. Un aspecto importante del Apple Watch es que su panel es capaz de distinguir entre un simple toque y el nivel de presión ejercida sobre la pantalla, así que es mucho más preciso.
Notificaciones
Se considera que la esencia de un smartwatch, además de dar la hora, es presentar notificaciones de manera útil y eficiente. El Apple Watch permite que los desarrolladores muestren las alertas de muy diversos modos y más allá, que brinden múltiples opciones de interacción, como contestar un mensaje por medio de comandos de voz, darle Like a una publicación de Facebook o hasta comprar algo en eBay. Además, Apple presenta un nuevo concepto denominado respuesta táptica, capaz de emitir un tipo de vibración único para cada alerta o notificación.
A pesar de que Android Wear está fundamentado en las notificaciones, las funciones no son tan avanzadas como en el caso de Apple; obviamente habrá mejoras con cada nueva actualización del sistema operativo, pero al principio, la experiencia de uso luce limitada. Tizen es aún menos prometedor, pues a reserva del soporte para hacer llamadas de voz, sólo despliega alertas y mensajes, sin dejar mucha alternativa para interactuar.
Interfaz y aplicaciones
Sobra decir que el verdadero potencial de cualquier dispositivo reside en el trabajo de los desarrolladores y no tanto en el fabricante. Por ejemplo, iPhone y iPad se mantienen relevantes porque el compromiso de los autores de apps es muy alto en iOS, mientras que en Windows Phone prácticamente no hay apego. Frente a ese panorama, Tizen podría fracasar muy pronto, aun si Samsung asegura que su sistema operativo tiene más de 1000 aplicaciones para relojes inteligentes. Esto es porque la mayoría de lo que hay en la tienda son wallpapers o software sin demasiada relevancia, así como numerosos clones de apps populares.
Android Wear va en la delantera debido al tiempo que Google lleva trabajando con los desarrolladores y el apoyo que les está dando, por medio de talleres o incluso estímulos monetarios. El resultado de ese esfuerzo es que hay numerosas apps que dan buena utilidad a la interfaz del Moto 360 y otros relojes similares, si bien sólo se trata de adaptaciones, en lugar de ideas nuevas. Claro, Google Now podria ser la carta del triunfo del Moto 360, ya que el sistema de tarjetas dinámicas es tan eficiente, flexible y dinámico que tal vez no hagan falta tantas aplicaciones complementarias, al menos para las tareas básicas, pues el sistema es muy inteligente.
En comparación, iOS para Apple Watch es más fácil de programar gracias a Swift, lo que se traduce en mayor eficiencia para los desarrolladores al momento de trasladar sus productos desde iOS 7 —o iOS 8—. Apple dice que no hay limitantes de programación en Apple Watch e incluso asegura que mientras se cumplan ciertos lineamientos, cada desarrollador puede explotar su creatividad tanto como desee.
Acondicionamiento físico
Hay aplicaciones y dispositivos de sobra que prometen ponernos en forma o, en su defecto, ayudarnos a hacer un poco de ejercicio. En el tema de los relojes inteligentes, ya es una tradición ofrecer un medidor de ritmo cardiaco y hasta podómetro para llevar registro de las actividades diarias, pero hace falta más que herramientas útiles para sacarnos de casa y que nos sometamos a un régimen físico. Es necesario un método bien planteado, eficaz y atractivo.
Apple garantiza que su reloj es la respuesta ideal ante esa situación, comenzando por un sistema de sensores ópticos e infrarrojos que miden con precisión los latidos del corazón y calculan en términos muy generales la presión sanguínea. Además, el acondicionamiento que brinda el Apple Watch está fundamentado en 3 métricas: la primera hace un recuento de las calorías consumidas para equilibrar el gasto energético, la otra consta de actividades y rutinas con metas específicas que incrementan conforme progresan los ejercicios y en último lugar, hay una modalidad que detalla los momentos de menor actividad, incluyendo la cantidad de minutos que pasamos sentados. Este sistema se complementa con recordatorios constantes, trofeos y recomendaciones para que la actividad física sea mucho más amena.
El Moto 360 y el Gear S miden el ritmo cardiaco, aunque sus sensores son más rudimentarios que los de Apple, sin mencionar que su software de acondicionamiento físico es muy básico. Tal vez con el pasar de los meses ambos relojes igualen algunas características del Apple Watch en este aspecto, pero por ahora están muy detrás.
Veredicto
Considerando todos los elementos positivos, es fácil declarar que el Apple Watch es un dispositivo más completo y sofisticado, además de que tiene mayor potencial a largo plazo. Pero es importante tomar en cuenta la maduración del mercado y los aspectos externos; Android Wear lleva más tiempo de vida y en consecuencia, está creciendo a un ritmo más acelerado que la versión de iOS 8 para smartwatches. Obviamente, Google tendrá más tiempo de explorar ideas, poner a prueba tendencias y comprobar que es lo que funciona mejor con la mayoría de la gente. En todo caso, Apple necesita apresurar el paso si es que quiere mantenerse competitivo, pues sólo así mantendrá la atención de los desarrolladores.
Dejando atrás las posibilidades a futuro, el Moto 360 es sin duda la propuesta que más conviene por el momento, tan sólo porque el número de aplicaciones útiles crece considerablemente cada día. Su diseño es atractivo, ofrece suficiente personalización y cuenta con muchas funciones. Mientras tanto, el Gear S es un buen producto en lo que refiere a hardware y prestaciones de uso, sin embargo, al estar basado en Tizen carece de versatilidad de aplicaciones, un problema que podría no mejorar en varios meses.
Pero al final, la decisión final de compra depende de qué teléfono tienes. Si es un iPhone 6, no hay más alternativa que Apple Watch. si tienes un Galaxy de gama alta lo mejor es el Gear S y si usas cualquier otro Smartphone con Android, la elección predilecta debería ser el Moto 360 —o un G Watch R que se parece mucho—.
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